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Redoblan los tambores de guerra

19 de febrero de 2003

Fuertes críticas en el Consejo de Seguridad de la ONU a línea dura de Washington frente a Irak. Países vecinos de Irak advirtieron sobre una pesadilla humanitaria de estallar la guerra. España suaviza su posición.

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"Miedo a encarar responsabilidades".Imagen: AP

En el debate público en el Consejo de Seguridad, la mayoría de los países se pronunciaron a favor de una solución pacífica al conflicto, sólo Australia y Japón apoyaron la posición estadounidense. Por iniciativa de Sudáfrica, las Naciones Unidas comenzaron un maratónico debate de dos días de duración. A pesar de que la decisión de guerra o paz recae sobre el Consejo de Seguridad integrado por 15 miembros, el debate público permite a otros países expresar su punto de vista.

La mayoría de los países que han tomado la palabra, muchos de ellos provenientes de países en desarrollo de Asia, Africa y Latinoamérica, entre ellos, miembros del grupo de "los no alineados", además de los vecinos de Irak en Oriente Medio, se expresaron uno tras otro en contra una guerra y respaldaron la postura francesa, que aboga por que se otorgue más tiempo a las inspecciones.

Pesadilla, destrucción y muerte

El embajador de Irán, Javad Zariff, cuyo país fue invadido por su vecino Irak, en 1980, dijo que "la perspectiva de otra guerra desestabilizadora es un escenario de pesadilla, destrucción y muerte". La postura de la comunidad internacional representa un nuevo desafía a las intenciones de Estados Unidos y Gran Bretaña, que buscan una nueva resolución de la ONU que autorice la guerra.

El Secretario de Estado, Colin Powell, acusó a los Estados que apelan a dar mayor tiempo a las inspecciones, de tener miedo a encarar sus responsabilidades. Las declaraciones de Powell, transmitidas por la radio pública francesa France Info, fueron un claro reproche al presidente Jacques Chirac, quien presiona para que el proceso de inspecciones sea más largo e intenso.

Lapso de dos o tres semanas

La decisión sobre una guerra en Irak se espera en una lapso de entre dos y tres semanas. Washington presentará una nueva resolución sobre Irak ante el Consejo de Seguridad a más tardar a principios de la próxima semana. Según el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, la nueva y más dura resolución será muy sencilla y no muy larga.

Washington desplegó un contingente de 28.000 soldados más en la región del golfo, donde ya tiene estacionados más de 180.000 efectivos. Las fuerzas militares estadounidenses esperan que lleguen un total de 180.000 uniformados a la región. Gran Bretaña ha movilizado ya 40.000 soldados.

España suaviza su posición

La presión de la calle hizo mella en el presidente del gobierno español, Jose María Aznar, uno de los fuertes partidarios a favor del uso de la fuerza militar contra Sadam Husein. Después de las multitudinarias manifestaciones del pasado fin de semana, que tan sólo en España aglutinaron a más de cuatro millones de personas, Aznar dijo ante el parlamento español tener un gran respeto a los manifestantes.

"También mi gobierno está a favor de la paz" indicó. El jefe de gobierno conservador ya no habló de guerra, sino de "aplicar la mayor presión posible sobre Bagdad". Otro tono tuvo la intervención de la Ministra española de Exteriores, Ana Palacio, ante el Consejo de Seguridad el viernes pasado. España calificó las inspecciones como ‘pérdida de tiempo’ y apeló a actuar militarmente contra Irak lo antes posible.

Escudos humanos

Rusia reiteró el miércoles sus críticas a la política de Washington: "el continuo bombardeo de objetivos en Irak en las zonas de exclusión aérea por parte de las fuerzas de Estados Unidos y Gran Bretaña, provoca una profunda preocupación en Moscú", declaró el ministerio ruso del Exterior. Rusia rechazó la necesidad de una segunda resolución de la ONU. También el presidente chino, Jiang Zemin, abogó nuevamente por una solución pacífica.

Arabia Saudita declaró que su territorio no estará a disposición de Estados Unidos, si la superpotencia inicia una ofensiva militar en solitario. Los ministros del Exterior de Polonia y de Irlanda reiteraron su apoyo a la línea de Washington. Gran Bretaña exhortó a sus nacionales a abandonar Irak, argumentando las crecientes tensiones en la región y el peligro de atentados terroristas. El gobierno británico teme que Sadam Husein pudiera utilizar a sus ciudadanos como escudos humanos.