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Una ciclovía atraviesa la historia

19 de abril de 2010

Cuatro regiones de Macedonia y Bulgaria se han unido a la iniciativa de una ciclovía turística que recorra el trazado de la desaparecida Cortina de Hierro: Iron Courtain Trail.

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Antecesor de Iron Courtain Trail es el sendero que recuerda el Muro de Berlín.Imagen: AP

Representantes de cuatro regiones de Macedonia y Bulgaria, atravesadas en su momento por el “telón de acero” dieron el 16 de abril su aprobación al proyecto de implementar una ciclovía que recorra –a lo largo de 7000 kilómetros- los 20 países que, hasta hace poco más de 20 años, tenían el símbolo de la Guerra Fría como frontera.

El objetivo del proyecto, apoyado por la Unión Europea, es crear la ruta EuroVelo número 13: un sendero por el que el turista pueda recorrer montado en su bicicleta 40 años de historia europea.

Radweg Eiserner Vorhang
Michael Cramer, el iniciador del proyecto, en el sendero de Berlín. "Cuidado, frontera estatal"Imagen: Broschüre Michael Cramer

Antecesores

A este proyecto lo antecedieron el del sendero que recorre el antiguo muro de Berlín y la frontera entre las dos Alemanias.

Pedaleando los 160 kilómetros se puede recorrer entero lo que fuera desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 el Muro de Berlín que dividía la capital alemana. Por su parte, los 1378 kilómetros de la ciclovía “Frontera entre las dos Alemanias” -desde Travemünde en la costa del mar Báltico hasta la frontera entre Alemania, República Checa y Austria- recorren la “franja de la muerte”: la zona fronteriza que entre 1952 y 1989, con torres de control, muros y cercas de púas dividió las dos Alemanias.

Un largo sendero a recorrer

No sólo Berlín y Alemania estaban divididas: la Cortina de Hierro recorría Europa, desde el mar de Barents –la frontera entre Rusia y Noruega- hasta la costa búlgara del Mar Negro. Casi 7.000 kilómetros habría que pedalear para recorrer lo que será la ruta Eurovelo 13 con el objetivo de hacer ”visible cuarenta años de historia europea”, dice el iniciador del proyecto, el parlamentario europeo Michael Cramer, del partido de Los Verdes.

Este proyecto, el Iron Courtain Trail, aprobado por la Comisión Europea en verano de 2009, va recogiendo paulatinamente apoyo de los países por donde atraviesa el sendero: son 20 los implicados, 14 de ellos pertenecientes a la UE.

Debido a que la inicitiva fomenta el turismo sostenible –por la locomoción en bicicleta- y promueve el desarrollo de diversas regiones que están fuera de las zonas de concentración turística, ha recibido el apoyo comunitario y de agencias de desarrollo como la GTZ. “Hungría apoya la construcción del sendero”, dijo a DW-WORLD Miklós Kovács, “porque es una buena oportunidad de desarrollar el turismo en las regiones más apartadas”. Un análisis revela que su potencial anual es de unos 849.000 viajes de aproximadamente. 10 días, unas 3,3 millones de excursiones de un día y unos 355 millones de gasto total de los turistas.

“Si el camino del Muro de Berlín tomó 10 años en convertirse en realidad, el de Alemania 15, éste tomará quizá 25, pero llegaremos”, dice optimista a DW-WORLD Cramer, quien, siendo miembro del Senado de Berlín, logró que ese sendero -que él había recorrido por primera vez en 1989, bordeando y mirando la muralla desde Berlín occidental- fuese entendido como un recorrido histórico que valía la pena conservar, no sólo como un residuo de una etapa triste de la historia. Después de Berlín se planteó el mismo objetivo para la frontera alemana-alemana:

En 2007 apareció su guía de un sendero ciclístico que recorría el Cinturón Verde: la franja de varios kilómetros de ancho que, al haber estado intocada por casi cuarenta años, alberga flora y fauna, entretanto, en ciertas regiones protegidas. Atravesando algunos parques nacionales, el sendero en la parte alemana cruza la antigua frontera muchas veces, tocando por ambos lados puntos de interés histórico.

¿Necesariamente a largo plazo?

Aunque el proyecto va despertando interés a su paso y cuenta con el apoyo de diversos organismos nacionales y regionales, el que 20 países estén involucrados en esta ruta ciclística y que ésta atraviese regiones poco desarrolladas al turismo, hace su realización un plan a largo plazo.

“De la voluntad política depende su realización”, asevera Cramer, pues “si se construyese en un año un kilómetro menos de autopistas por país, lo tendríamos”. No se trata de una pista de competencias, explica Cramer, sino de una combinacion de naturaleza e historia que debe correr cerca y paralela a la histórica frontera, debe ser confortable para el turista, debe evitar las carreteras concurridas y –para cumplir con su función cultural e histórica- debe atravesar muchas veces la línea tantos años intransitable y mostrar la mayor cantidad de lugares históricos posibles.

DDR-Flüchtlinge mit ihren Kindern gehen durch ein geöffnetes Grenztor (Archivfoto vom 19.08.1989). Etwa 600 DDR-Bürger nutzten ein paneuropäisches Picknick an der ungarisch-österreichischen Grenze, bei dem ein Grenztor symbolisch geöffnet wurde, zur Flucht in den Westen. 15 Jahre nach der ersten Massenflucht der Ostdeutschen zeichnet das ZDF mit der Dokumentation "Jetzt oder nie - die Grenzgänger von Sopron" (10.08.2004, 22.15 Uhr) die Geschichte von drei Familien nach, die an jenem Sommerftag durch den Grenzzaun in die Freiheit gingen. dpa (Zu dpa Korr.-Bericht "ZDF dokumentiert Schicksal von DDR-Flüchtlingen" vom 04.08.2004)
Agosto 19 de 1989: ciudadanos de la ex RDA huyen hacia Austria.Imagen: picture alliance/dpa

Historia, naturaleza, una bicicleta y confort

Así, en la húngara Sopron, por ejemplo, el sendero ciclístico de la Cortina de Hierro pasa por la “Plaza del Picnic”: un agujero en la valla de la frontera con Austria, por donde –después en un paulatino goteo de fugitivos que había empezado varios meses antes- el 19 de agosto de 1989 huyeron unos 700 ciudadanos de la ex República Democrática Alemana; el 27 de junio el ministro húngaro de Exteriores, Guyla Horn, y su homólogo austríaco, Alois Mock, había cortado simbólicamente esa cerca. El 11 de septiembre de ese año se abría, oficialmente, la frontera entre Hungría y Austria. Como éste, muchos lugares acercan al ciclista la historia de decenios de separación.

Radweg Eiserner Vorhang
Iron Courtain Trail, el sendero de la Cortina de HierroImagen: Broschüre Michael Cramer

Para lograr el EuroVelo 13, aparte de la adecuación misma del camino, la infraestructura turística regional es imprescindible y el proyecto apuesta por la asociaciones locales: hoteles que cubran las necesidades de este tipo de turismo –como aparcamientos de bicicletas y talleres- y ofertas como bed&bike para alojamientos de una sola noche son necesarias si no se quiere que el sendero de la Cortina de Hierro, en el mejor de los casos, se vuelva un interesante sendero a través de la historia, que nadie recorra.

Autora: Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas