Deslucido debut de Raúl en la Bundesliga

El revuelo previo al partido era enorme en torno al goleador español, los diarios titularon el sábado en grandes letras “Raúl va a Hamburgo”, haciendo del ordinario boletín con las plantillas de los equipos una gran noticia; los analistas convirtieron la primera fecha del campeonato alemán para el Schalke en un duelo interno del pasado del Real Madrid, el tenor de sus comentarios se podía resumir como “Raúl vs van Nilsterooy”, “Real contra Madrid”, “Reencuentro de dos gigantes”, “La liga de España en Alemania”.

Mucho ruido…

La transmisión de televisión le dedicó en exclusiva una cámara a Raúl, el trabajo del camarógrafo era capturar cada movimiento y cada gesto del goleador español, había incluso en las tribunas especialistas haciéndole seguimiento estadístico a cada una de sus acciones. En la radio no paraban de recordar las virtudes del ex capitán del Real Madrid y su ex compañero holandés en las filas del Hamburgo Ruud van Nilsterooy, ambos delanteros titulares del club de la capital de España a lo largo de 3 exitosos años, ambos futbolistas “galácticos”.

Paradójicamente durante el partido esa palabra, “galáctico” (“el delantero galáctico”, “la estrella galáctica del Real Madrid”, “el goleador galáctico”, etc), se escuchó con más frecuencia en la radio y la televisión que las simples y mucho más importantes frases: “Raúl recibe el balón”, “Raúl transporta el balón”, “Raúl dispara al arco”. Un posible “gol de Raúl” a través de los parlantes era simplemente inimaginable por lo improbable.

El español, en los 63 minutos que estuvo en la cancha, apenas contactó el balón en 18 ocasiones, o como lo plantean los expertos en estadísticas, desapareció del flujo futbolístico en lapsos de 3 minutos y medio. Los encargados de llevar las cifras, generosamente, le adjudicaron dos disparos a puerta que para los expertos no lo fueron y los aficionados en la tribuna no vieron; Raúl, además, perdió 3 de los únicos 4 duelos que enfrentó, no concedió ningún pase de gol, y de las asistencias normales intentó 13 de las cuales 9 llegaron a sus destino.

Derrotado en las comparaciones

A la superestrella española la remplazó en el Schalke un juvenil de 20 años, Christoph Moritz, que en apenas 27 minutos en la cancha tuvo 22 contactos de balón (cada minuto con 20 segundos), ganó el 75% de sus duelos (3 de 4), acertó en el 80% de sus entregas de balón (12 de 15), hizo un tiro a puerta y concedió un pase con opción de gol. Raúl pierde la comparación con su compañero de equipo. Pero esa no es la única; en la realizada con su ex compañero en el Real Madrid, Ruud van Nilsterooy, también le fue mal.

El holandés, autor de los dos goles que le dieron el triunfo al Hamburgo, fue la figura del partido: cada cuarto contacto suyo con el balón fue un disparo al arco, de ellos 1 de cada 3 terminó en la valla del rival. Van Nilsterooy fue en el Hamburgo – Schalke el mejor aporte del Real Madrid a la Bundesliga.

Pero tampoco es que al jugador del Schalke le haya faltado voluntad, por el contrario, Raúl buscó el contacto con sus compañeros, dialogó constantemente con el peruano Jefferson Farfán y con su amigo Christoph Metzelder, se ofreció frecuentemente como estación del balón en el transito al ataque pese a no haberlo recibido, se acercó a la cabecera del área con la esperanza de cazar los rebotes. Cuando el equipo encajó el primero gol en contra, fue uno de los primeros en ir al centro del campo señalando prisa por reanudar las acciones y buscar el empate y al abandonar la cancha fue saludado con especial respeto por el entrenador Felix Magath.

Al finalizar el partido, ni Magath, ni el mismo jugador, se extendieron a comentar el debut que con tantos “bombos y platillos” había sido puesto en escena. Tranquilizante es, de todas formas, que Raúl ya había advertido a la afición, en diálogo con la revista Sport Bild, que no estaba en condiciones de brindar su mejor fútbol al inicio de la temporada: “Pido paciencia a los seguidores. No hace nada que jugué por primera vez 90 minutos tras ocho meses sin hacerlo. Necesito práctica de juego. Pero para septiembre espero haber alcanzado mi momento óptimo". A esperar entonces.

Autor: Daniel Martínez

Editora: Emilia Rojas