¿Qué tan seguras son las plantas nucleares alemanas?
3 de octubre de 2012Según los planes de Berlín, en 10 años se deberá desconectar el resto de las nueve plantas nucleares que hoy se encuentran en funcionamiento. Hasta que eso suceda, los altos riesgos persistirán. Amén de los riesgos que emanan las centrales ya apagadas, apunta el estudio publicado en Bruselas.
A propósito, el ministerio alemán de Medio Ambiente advierte que Bruselas no critica ni los sistemas de enfriamiento, ni de energía ni tampoco el de emergencias. Los autores del mencionado reporte empero, parecen pensar otra cosa, ya que destacan que las centrales alemanas no cuentan con un sistema de alerta de terremotos. A lo que los consorcios energéticos han respondido que Alemania no tiene plantas nucleares en regiones con riesgo de movimientos telúricos. Pero lo cierto es que la planta de “Biblis”, ubicada en la región sísmica cercana al Rin, tuvo que ser apagada después de varios incidentes.
Modernización: un riesgo no calculado
El más reciente incidente en la planta nuclear de Brockdorf, en Baja Sajonia, demuestra que también en las centrales alemanas puede ocurrir un accidente nuclear, justo en la fase de mayor riesgo: el mantenimiento. En domingo 30 de septiembre de 2012, cuando obreros querían cambiar un cable, hubo una caída brusca de la tensión. La digitalización de las viejas plantas se convierte así, a menudo, en un factor de alto riesgo.
Pero el informe de Bruselas tampoco es completo. El terrorismo como riesgo para las plantas nucleares, no fue tenido en cuenta. En este caso, las autoridades alemanas y estadounidenses encargaron hace años un estudio que recomienda fortalecer las paredes en dos o tres metros para contrarrestar un ataque con aviones o armas de guerra. Aún no se sabe si la recomendación ha sido puesta en práctica porque las autoridades atómicas guardan silencio.
La seguridad primero
Quienes sí dan información sobre el estado de las plantas nucleares alemanas son las ONGs, como la organización médica IPPNW y Greenpeace, que también han realizado estudios de seguridad. El resultado: “Ninguna de las plantas nucleares está asegurada contra la caída de un avión en sus predios”, dice Tobias Riedl, de Greenpeace. “Las paredes son demasiados delgadas y los sistemas contra incendios son insuficientes”, agrega Riedl.
Peor aún. Contra riesgos naturales como una inundación o un temblor de tierra las plantas nucleares tampoco están protegidas como debiera ser, independientemente de si tienen o no un sistema de alerta de terremotos.
Según Henrik Paulitz, de IPPNW, “la mayoría de las paredes, las tuberías y las conexiones de las edificaciones que albergan reactores nucleares no resistirían un fuerte sismo”. Paulitz advierte además que “en Alemania, los sistemas de suministro de energía para casos de emergencia han demostrado repetidamente que no funcionan bien.”
Por último, los gerentes de las centrales atómicas alemanas replican que un estudio (realizado en 1989) solo considera como “factible” un accidente nuclear cada 33.000 años. Lo que no dicen es cuáles consecuencias tendría y, ni mucho menos, si están preparados para enfrentar la emergencia.
Autor: Wolfgang Dick /José Ospina-Valencia
Editora: Emilia Rojas