¿Qué significa el fin de la ayuda al desarrollo de EE. UU.?
7 de febrero de 2025La decisión de Donald Trump de suspender la ayuda al desarrollo ha paralizado proyectos financiados por Estados Unidos en unos 130 países. Es algo que tiene consecuencias dramáticas para millones de personas. En todo el mundo, hay intranquilidad entre los trabajadores de ayuda humanitaria.
Trump acusa a la agencia de desarrollo USAID de despilfarro. El jueves (6.2.2025), incluso llegó a asegurar en la plataforma "Truth Social" que "miles de millones de dólares han sido robados de USAID". No aportó pruebas de su afirmación.
Rivales en el Indo-Pacífico
Los políticos de la oposición en EE. UU. acusan a Trump de poner en peligro no solo la lucha contra el hambre, las enfermedades y los conflictos. "No se trata solo de caridad, sino también de nosotros mismos", argumentó Andy Kim, senador demócrata estadounidense por Nueva Jersey, en la cadena CNN. "USAID es una de nuestras mejores herramientas para contrarrestar la influencia financiera y económica de China", dijo.
Tanto China como Estados Unidos utilizan la ayuda exterior en todo el mundo para dirimir su conflicto por la supremacía mundial. La rivalidad es especialmente evidente en el Indo-Pacífico, por ejemplo, en Bangladés. Este país tiene una importancia estratégica para China. Y con una población de más de 170 millones de habitantes, ofrece un mercado de ventas para su economía.
Pekín no hace pública su ayuda exterior, pero investigadores del College of William and Mary, en el estado de Virginia, calculan que China ha financiado 138 proyectos de desarrollo en Bangladés desde el año 2000. En total, se han canalizado casi 21.000 millones de dólares estadounidenses.
Debilitamiento de la sociedad civil
Por su parte, Estados Unidos, solo en 2024 concedió al país asiático 393 millones de dólares en ayudas. "Bangladés mantiene una muy buena asociación con USAID y el Gobierno estadounidense desde hace mucho tiempo", afirma Abul Kalam Mohammad Jashim Uddin, director de ADAB, una asociación de agencias de desarrollo de Bangladés.
"Estados Unidos nos ha apoyado económicamente desde el comienzo de nuestra independencia, en 1971", asegura Uddin, en entrevista telefónica con DW. Según él, la cancelación de la ayuda estadounidense está causando graves problemas al país. Miles de empleados de proyectos ya han sido despedidos. "Debilitará a la sociedad civil de Bangladés. Podría provocar inestabilidad social, mayores riesgos sanitarios y más pobreza. Todo esto se intensificará", advierte.
Pekín se centra en proyectos a gran escala
Mientras que USAID trabaja sobre todo con organizaciones locales, China Aid, fundada en 2018, se centra en préstamos y grandes proyectos de infraestructuras. Pero ambas agencias persiguen objetivos similares: pretenden asegurar la influencia de sus Gobiernos en países socios clave. Con su Iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda (Belt and Road Initiative, BRI), China intenta actualmente vincular a más de 145 países a través de grandes proyectos conjuntos como puentes, carreteras y puertos.
"A los chinos no les podría pasar nada mejor que una retirada estadounidense", afirma Volkmar Klein, portavoz de cooperación económica y desarrollo del grupo parlamentario democristiano CDU/CSU en el Bundestag alemán. "Pekín intenta asegurarse mercados de venta, crear dependencias y utilizar este apoyo para asegurarse ventajas en las negociaciones internacionales", dice Klein en entrevista con DW.
"Repensar la diplomacia estadounidense"
El desmantelamiento previsto de USAID será, sin duda, bien recibido en Pekín. Pero la batalla por la influencia entre Estados Unidos y China no es un juego de suma cero en el que uno gana lo que el otro pierde, afirma Evan Cooper, que dirige el proyecto "Reimagining US Diplomacy" en el think tank Stimson Center de Washington DC.
"El colapso de USAID, la cancelación de fondos y el despido de personal no conducirán a que los rivales de EEUU ganen de repente una enorme influencia en el mundo", dice Cooper a DW por teléfono. La congelación de fondos llevará probablemente al colapso de la industria de la ayuda al desarrollo. "Pero no conducirá a que China intervenga para llenar el vacío", opina Evan Cooper.
En Estados Unidos, lo que preocupa ahora es que el repentino colapso de los programas de desarrollo pueda provocar más conflictos y más migraciones en todo el mundo. "Hemos visto cómo el aumento de los flujos migratorios puede provocar inestabilidad y el auge del populismo. Y creo que esto podría ser desestabilizador para Estados Unidos a mediano y largo plazo", destaca Cooper.
(ms/ers)
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