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Quién pierde, quién gana

DW-WORLD14 de agosto de 2006

Después de que la comunidad internacional se pusiera de acuerdo en la resolución 1701 y de que se diera luz verde al alto en fuego en el Líbano, la prensa europea comenta la nueva situación.

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Los soldados israelíes comienzan su retirada del Líbano.Imagen: AP


El diario luxemburgués Luxemburger Wort opina: "La guerra que con el alto el fuego de hoy finaliza demuestra que, en el siglo XXI, los conflictos de Oriente Próximo no pueden solucionarse por medio de las armas. Ninguna de las partes sale victoriosa de un mes de enfrentamientos: el peligro que para Israel supone Hezbolá dejará de existir, siempre y cuando la resolución 1701 sea aplicada tal y como fue acordada. El Líbano ha pagado caro, si se observan las cifras de víctimas civiles y de destrucción, el no haber combatido suficientemente las actividades de la milicia chiíta sobre su territorio.

Israel no ha logrado ni la liberación de sus soldados ni la desintegración de Hezbolá. Además de que, en tiempos de terrorismo internacional, en un frente tan importante aparece como agresor, ganando pocos amigos".

Israel pierde

El Salzburger Nachrichten de Viena, comenta: "Israel no ha alcanzado ninguno de sus objetivos en esta guerra. Ni se liberó a los soldados secuestrados, pese grandes pérdidas en el ejército israelí, ni se consiguió dar el golpe de muerte definitivo a Hezbolá. La guerra defensiva contra los milicianos chiítas acabó en una trágica orgía de destrucción- lo que renueva el odio hacia el Estado judío en el mundo islámico".

Por su parte, el Information danés, escribe: "Israel está muy debilitado. La acción contra Hezbolá debía servir para demostrar la imbatibilidad de su ejército. En lugar de eso, el gobierno israelí ha recibido en el desarrollo de esta guerra asimétrica la misma lección que Estados Unidos tuvo y tiene que aprender de manera dolorosa en Afganistán e Irak. Israel, con armas nucleares, un presupuesto de defensa de 6.000 millones de dólares, 500.000 soldados, 600 aviones de combate, etc. no ha logrado después de cuatro meses de ataques acabar con una milicia de 5.000 hombres y simples misiles. Esta experiencia ha mermado la confianza israelí, ha abierto un conflicto en el interior del ejecutivo y ha desencadenado las peticiones de dimisión del primer ministro, Ehud Olmert".

Lo más difícil, por venir

La Croix francesa, apunta: "Los últimos muertos de una guerra pesan todavía sobre la conciencia de los que la han comenzado y tienen la obligación de terminarla. Con toda su lentitud, hay que dar la bienvenida al trabajo diplomático conjunto de Estados Unidos y Francia. Especialmente, cabe destacar el reconocimiento por parte de los estadounidenses del papel de la ONU, mas viniendo de una potencia a la que con frecuencia se reprocha su tendencia a actuar en solitario sin tener en cuenta a las instancias internacionales. Esta participación no debe acabar simplemente con la aprobación de una resolución. Lo más difícil está aún por llegar, sobre todo en la aplicación del texto (¡la historia de las Naciones Unidas está llena de documentos ignorados!) y en la reconstrucción del Líbano".