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¿Quién le teme a Bush?

Eva Usi20 de enero de 2005

Ningún presidente ha provocado tantos conflictos durante sus primeros 4 años en la Casa Blanca como George W. Bush. La guerra en Irak y el deterioro en las relaciones con sus aliados europeos, son algunos de ellos.

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El presidente estadounidense, George W. Bush asume su segundo mandato al frente de la Casa Blanca.Imagen: AP

El candidato demócrata John Kerry, dijo malicioso durante la campaña electoral que la única razón por la cual desearía a Bush su reelección es para que experimente en carne propia las consecuencias de sus actos. Entre tanto también a los estrategas de Washington les ha quedado en claro que es necesario un cambio de curso. Desde hace días los portavoces de la administración Bush anuncian a los cuatro vientos que la reconciliación y la cooperación serán el tenor de la segunda gestión del presidente.

Diplomacia de maquillaje

La futura Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, parece encarnar ella misma la nueva estrategia: “Las relaciones entre Estados Unidos y el resto del mundo deben ser un diálogo y no un monólogo”, dijo Rice ante el senado estadounidense y anunció que “ha llegado la hora de la diplomacia”. Los senadores escucharon sus palabras, pero al parecer no dudaron en que la nueva ofensiva podría ser de naturaleza cosmética, una mera cuestión de forma. Durante nueve horas Rice tuvo que responder a las incómodas preguntas de los senadores. Barbara Boxer de California, le recriminó que en aras de la lealtad hacia el presidente haya mentido a la opinión pública. Christopher Dodd, de Connecticut, dijo que “la hora de la diplomacia” llegaba tarde. Muchas cuestiones quedaron sin respuesta, sobre todo en relación a la situación en Irak, y Rice tendrá que comparecer nuevamente ante la comisión de relaciones exteriores del Senado.

Una trágica y costosa aventura

La presentación de la futura jefa diplomática estuvo ensombrecida por los rumores de un posible ataque militar contra Irán, que Bush mismo no descartó en caso de que la cúpula iraní se empeñe en desarrollar su programa nuclear. Resulta evidente lo mucho que desearía Bush y su Secretaria de Estado derrocar a un régimen en cuyas manos podrían quedar los hilos del poder tras las elecciones en Irak el 30 de enero, en caso de triunfar la mayoría chiíta en los comicios. En todo caso la ocupación en Irak deja poco espacio de maniobra, pues la aventura ha dejado hasta ahora un saldo de más de 1.300 soldados estadounidenses muertos y cuesta a las arcas del estado 4.500 millones de dólares al mes.

Nuevas oportunidades

Entre las cuestiones de política exterior en donde el presidente podría tener una influencia decisiva durante su segundo mandato está en primer término la situación en el Medio Oriente. Analistas europeos consideran que con la elección de Mahmud Abbas, Bush tal vez podría lograr lo que comprometidos políticos como Bill Clinton no pudieron: encontrar un equilibrio en las relaciones entre palestinos e israelíes. Además podría impulsar la reforma de Naciones Unidas y un acercamiento con Europa, algo muy probable en vista de la ayuda que necesita Bush en Irak. Su eterno aliado británico, Tony Blair, declaró al diario The Guardian, que durante las conversaciones que ha tenido con Bush ha sido testigo de una evolución en la política de Estados Unidos. “La evolución viene de la experiencia”, dijo Blair, y señaló que espera que Bush busque un mayor consenso con sus aliados europeos.

Críticas en Europa

Bush inicia su segundo período con una visita al Viejo Continente durante la segunda mitad de febrero, que lo llevará a Bélgica, Alemania, Gran Bretaña y Eslovaquia. En Alemania, organizaciones no gubernamentales quieren asegurarse de que Bush se entere de la indignación que provoca en Europa la política belicista impulsada por él y no se confían en que el gobierno germano lo haga. Bush visitará a las tropas estadounidenses estacionadas en este país y lo esperan nutridas protestas a su paso.

El historiador Fritz Stern recrimina a Bush haber dañado la imagen de Estados Unidos con la guerra en Irak. El renombrado investigador de origen judío, que emigró en 1938 a Estados Unidos huyendo del nazismo dijo en una entrevista al Frankfurter Allgemeine Zeitung que en la política estaodounidense se observa una glorificación mediática al estilo “Leni Riefenstahl”, la cineasta favorita de Hitler que glorificó el nacismo con películas propagandísticas. Stern expresó temor por que Estados Unidos pudiera caer en el autoritarismo.

Una encuesta realizada por la BBC en 21 países dio como resultado que la mayoría de la opinión pública internacional considera que la reelección de Bush ha hecho al mundo más inseguro. En Alemania, el 77% de los encuestados no espera nada bueno los próximos cuatro años con Bush en la Casa Blanca.