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Prohibición con consecuencias

Steffen Leidel28 de agosto de 2002

La exclusión del partido político vasco Batasuna, es una medida justificada de la democracia española, pero no hará desaparecer el terrorismo.

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Desalojo de locales del partido.Imagen: AP

El 26 de agosto es un día memorable en la joven democracia española. Desde la muerte del dictador Francisco Franco en 1975 es la primera vez que el parlamento es convocado para prohibir un partido político. Hay pocos temas en que tanto conservadores como socialdemócratas hayan estado de acuerdo: el partido vasco Batasuna tiene que desaparecer del panoráma político, de una vez por todas. Batasuna que realmente quiere decir "unidad" en vasco, ha apoyado, según la convicción de ambos partidos, logística y financieramente a la organización terrorista ETA.

Orden de desalojo

La mayoría de los españoles respalda la medida. Y, a su vez, el legislativo ha recibido, ayer mismo, el respaldo del poder judicial. El juez instructor de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, dictó la orden de detener todas las actividades políticas de Batasuna que, entre tanto, ha comenzado ha desalojar sus sedes. Los primeros locales en ser clausurados han sido los de Vitoria, Bilbao y San Sebastián y ocho en Navarra. En la capital vizcaína numerosos efectivos de la policía autonómica han tenido que enfrentar a dos centenares de manifestantes concentrados en sus inmediaciones en donde al menos una persona ha resultado herida. Por lo pronto, la prohibición será por 3 años.

Brazo político del terrorismo

La meta de ETA y Batasuna es abstrusa: un país independiente de España y Francia. Abstrusa porque el País Vasco goza de mayor autonomía que cualquiera de las demás regiones españolas. Aún así, ETA y Batasuna asesinan a inocentes, lanzan bombas, extorsionan y generan violencia. Muchos de los miembros de Batasuna son expresidiarios terroristas. El partido mismo nunca a condenado uno sólo de los 800 asesinatos de su brazo armado, ni siquiera aquel atentado en donde murió una niña de 6 años.

La prohibición es moralmente justificada. No puede ser que en una democracia un partido haga política a base de amenazas. Políticamente empero, la prohibición de Batasuna no está libre de problemas. El 10 por ciento de la población vasca apoya a Batasuna. En el parlamento regional hay 7 diputados y en 60 comunidades los alcaldes pertenecen a Batasuna. Los nacionalistas vascos de corte moderado temen que la prohibición empeore la división de la sociedad vasca. Además la prohibición llevará a más radicales a la clandestinidad. Así que se esperan semanas intranquilas en España.

Apoyo de Washington

El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Richard Boucher, ha manifestado el apoyo de Washington a la ilegalización de Batasuna y su conformidad con la lucha contra el terrorismo desplegada en España. "Las autoridades judiciales tienen el derecho legítimo y la responsabilidad de actuar contra las organizaciones terroristas", dijo Boucher quien agregó: "Comprendemos bien que esta acción no está dirigida contra una actividad política legítima o la libertad de expresión, sino que está basada en los lazos demostrados que mantiene Batasuna con el grupo terrorista ETA".