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Productos ecológicos pierden credibilidad

eu.29 de mayo de 2002

En Alemania muchas cadenas de supermercados retiraron de sus estanterías huevos y productos avícolas provenientes de granjas de producción ecológica, tras detectarse que dichos productos estaban contaminados.

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Renate Künast, Ministra de Agricultura y Protección del Consumidor.Imagen: AP

También en las granjas ecológicas se cometen engaños. Ésta es la principal lección para el ciudadano alemán, que hasta ahora había confiado en un 100% en los productos ‘bio’, por representar éstos una alternativa ‘segura’ tras los sucesivos escándalos de productos alimenticios contaminados, desde la peste porcina hasta el mal de las vacas locas.

Ahora todo el sector de productos agrícolas con sello ‘ecológico’ ha perdido credibilidad. Las cadenas de supermercados más importantes de Alemania, Edeka, Karstadt, Wal-Mart, así como Metro, seguidas por minoristas en todo el país, retiraron de sus estanterías todos los huevos y productos avícolas de producción ecológica. Según la cadena Metro AG, "se trata de una medida de prevención, ya que estamos en el mismo barco que el consumidor"

Confianza envenenada

El escándalo ‘bio’ estalló el fin de semana pasado, al darse a conocerse los resultados de un control de rutina a una granja avícola de producción ecológica, que arrojaron altas concentraciones de nitrófeno, un plaguicida considerado cancerígeno y causante de malformaciones genéticas. Las autoridades identificaron como responsable a la empresa productora de pienso GS Agri, del norteño estado de Baja Sajonia. Durante pruebas internas realizadas entre noviembre del 2001 y mayo del 2002 por la empresa, ésta registró una concentración de nitrófeno 31 veces superior al permitido en sus existencias de trigo y otros cereales. A pesar de ello siguió vendiendo el pienso a granjas avícolas ecológicas.

Quelle des Übels
Imagen: AP

Daños a nivel nacional

La producción agrícola ecológica, que empezó en los años setenta como un movimiento alternativo, hoy en día se ha convertido no sólo en un redituable negocio, sino también en piedra angular de la política agraria del gobierno socialdemócrata – verde. En el ojo del huracán se encuentra la titular del Ministerio de Agricultura y Protección del Consumidor, la ecologista Renate Künast, quien tras el escándalo del mal de las vacas locas, prometió reforzar los controles y promover la producción agrícola ecológica. Ahora se controla no sólo a granjas de producción ecológica, sino también a las tradicionales y, de detectarse contaminación en éstas, los daños afectarían a agricultores en todo el país.