1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Primera dimisión en el gabinete de Blair

17 de marzo de 2003

Robin Cook, jefe de la bancada laborista británica -con rango ministerial-, renunció en protesta por la voluntad de Londres de sumarse a la guerra contra Irak aunque no cuente con una nueva resolución de la ONU.

https://p.dw.com/p/3P0J
Robin Cook ya no respalda la política del premier británico.Imagen: AP

Alta es la apuesta del primer ministro británico en esta crisis iraquí, a punto de convertirse en guerra. Apenas conocida la decisión de no someter a voto en la ONU el proyecto de resolución que habría legitimado la intervención militar contra Irak, uno de los pesos pesados del laborismo británico le dio la espalda al gobierno: Robin Cook, jefe de la bancada de ese partido en la Cámara de los Comunes, no es sólo una más de las varias figuras que amenazaron con dimitir si Londres se suma a una guerra sin el consentimiento del Consejo de Seguridad.

Los argumentos de Cook

A cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores en el primer período gubernamental de Tony Blair, de 1997 al 2001, Robin Cook conoce bien las implicaciones de lo que está ocurriendo a nivel internacional. "No puedo asumir la responsabilidad colectiva por la decisión de comprometer a Gran Bretaña en operaciones militares en Irak, sin un acuerdo internacional y sin respaldo en casa", afirmó el dirigente laborista, agregando: "La gran importancia que asignamos a una segunda resolución hace que sea difícil seguir adelante sin ella".

En Londres aún se discute con amargura por qué fracasó el intento de conseguir el respaldo del Consejo de Seguridad para una operación militar contra Bagdad y los dedos acusadores del gobierno se alzan contra Francia, a la que se reprocha haber abortado la iniciativa con su amenaza de veto. Pero también hasta el Támesis debe haber llegado la noticia de que, independientemente del rechazo de París, no había mayoría suficiente para la iniciativa británica. Lo que no se puede reprochar a Tony Blair es no haber hecho todos los esfuerzos a su alcance por conseguir un mandato de la ONU. Lo que sí le reprocha gran parte de la población y -lo que es más grave para su futuro político- parte importante de su propio partido, es la determinación de seguir secundando activamente los planes bélicos de Washington, a pesar de todo.

El primero...

Robin Cook es el primer miembro del gabinete en abandonar su cargo. Pero quizá no sea el único. La ministra de Cooperación Económica, Clare Short, ya había anunciado días atrás un paso similar para el caso de que Blair se lance a la guerra, sin el respaldo de una nueva resolución. La representante del ala izquierda laborista no se ha pronunciado por ahora y dice estar reflexionando sobre la situación. Independientemente de que se decida o no por dejar el gobierno y de que otros puedan seguirla, lo cierto es que el laborismo británico enfrenta su mayor crisis desde que recuperó el poder.

La prueba de fuego tendrá lugar este martes, cuando Blair pida respaldo a su política de fuerza en la Cámara de los Comunes. De antemano, se espera que encuentra una amplia resistencia en sus propias filas. Hace apenas 2 semanas, 121 parlamentarios laboristas votaron contra una operación militar "precipitada". Según los observadores, el número de los descontentos podría aumentar ahora, tras la dimisión de Cook, quedando el gobierno supeditado al apoyo de sus adversarios conservadores.