La campaña electoral fue una encarnizada pelea, pues la población brasileña está llena de contrastes. De ello son prueba los tres protagonistas de São Paulo que acompañamos con las cámaras - antes, durante y después de las elecciones presidenciales - hasta la toma de posesión del nuevo presidente hace unos días. Una activista de izquierdas, un traficante de armas y un cristiano evangélico describen sus visiones contrapuestas sobre el futuro de Brasil. Para los partidarios de Lula, su victoria significa la restauración de un gobierno pluralista para todos los brasileños. Para los seguidores de Bolsonaro, la pérdida de su presidente es devastadora. Bolsonaro flexibilizó las leyes de armas y afirmó representar los valores de los cristianos evangélicos, el movimiento religioso más extendido en Brasil. Las experiencias de los protagonistas demuestran que, incluso tras la ajustada victoria de Lula, el bolsonarismo no se desvanecerá en el aire. Miles de seguidores del expresidente asaltaron el domingo varios centros de poder e invadieron el edificio del Congreso en la capital Brasilia. El presidente Lula califica los hechos de actos de barbarie.