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Polémica en torno a un programa de ayuda al desarrollo

8 de septiembre de 2010

Expertos alemanes de ayuda al desarollo han criticado el programa estatal weltwärts, por mandar jóvenes alemanes a trabajar en países en desarrollo, aunque no tienen la cualificación para hacerlo.

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Weltwärts: la primera generación de voluntarios.Imagen: picture-alliance/ dpa

El programa weltwärts se dirige a jóvenes alemanes de entre 18 y 28 años, que quieren realizar un voluntariado en un país en desarrollo, entre otros, muchos países hispanohablantes.

Los voluntarios se postulan a una organización que les manda, por ejemplo, a Argentina, Perú o Ecuador, para trabajar en diferentes proyectos sociales. Allí enseñan inglés o cuidan niños. Cada año el Ministerio de Coperación Económica y Desarrollo destina 29 millones de euros a weltwärts.

Mit weltwärts nach Kambodscha
Sebastian hizo trabajos voluntarios en Camboya.Imagen: DW

Turismo para jóvenes, financiado por el gobierno alemán

Expertos de la iniciativa Llamado de Bonn (Bonner Aufruf) han criticado seriamente la financiación del programa weltwärts. “Weltwärts es un programa de turismo para gente joven” ha declarado la iniciativa. “No son las personas del lugar adonde van las que aprovechan los recursos financieros de 29 milliones anuales, sino los jóvenes alemanes”, dice Rupert Neudeck, fundador de la organización humanitaria Grünhelme (cascos verdes), integrante del Bonner Aufruf.

Además critica que los participantes no están cualificados para el trabajo que hacen. Generalmente los voluntarios se van al extranjero recién terminando la secundaria.

El ministro rechaza los reproches

El ministro de Cooperación Económica y Desarrollo, Dirk Niebel, reaccionó a los reproches de Neudeck y los calificó de “impertinentes”.

También el gerente del Servicio Alemán de Cooperación Social- Técnica (DED), Jürgen Wilhelm ,defendió el programa y declaró que “es irresponsable despreciar el compromiso social de los jóvenes”.

Özgün Kaplan, 20, arbeitet ein Jahr lang im Rahmen des Freiwilligenprogramms weltwärts in dem Projekt Obras Sociales Hermano Pedro in Antigua, Guatemala. Foto: Andreas Boueke
Özgün Kaplan trabajó un año en el proyecto Obras Sociales Hermano Pedro en Antigua, Guatemala.Imagen: Andreas Boueke

Jana, una alemana que participó en el programa de weltwärts y trabajó en Bolivia, apoya la actitud de Rupert Neudeck: “Los voluntarios que llegan no están cualificados para su trabajo”, dice Jana.

La joven concuerda con los críticos del programa y denuncia que el voluntariado sólo sirve a los jóvenes alemanes y que el país de destino no obtiene beneficios. “Los jóvenes aprenden competencias sociales, financiados por el estado alemán”, afirma. Además, enfatiza que “el intercambio cultural es de una sola vía.” Por eso, la organización que mandó a Jana, WISE (Iniciativa mundial para el compromiso social), quiere crear un programa del voluntariado “al revés”, en el que jóvenes de países en desarrollo puedan venir a Alemania.

Autora: Gözde Peşman / epd

Editor: Emilia Rojas