Polonia preside la UE en tiempos difíciles

Polonia, miembro de la Unión Europea desde el año 2004, asume por primera vez la presidencia semestral. “La solidaridad europea debe ser más que un eslogan en un momento de persistente crisis económica y renovado escepticismo sobre su unidad”, declaró el primer ministro polaco, Donald Tusk.

"Muchos fundamentos de Europa como comunidad están siendo criticados; es importante que pese a todo gane el espíritu de asistencia mutua, pues ello hará a Europa avanzar unida. Hasta el momento puedo decir que el interés nacional egoísta no ha ganado. La falta de refuerzo de Europa podría ser la peor respuesta a la crisis política y financiera", subrayó el líder liberal, que no escatima esfuerzos para dejar muy atrás la imagen de esa Polonia nacionalista que, bajo gobiernos anteriores, bloqueó importantes proyectos europeos.

Primera presidencia en tiempos difíciles

Se trata de la primera vez que Polonia asume este rol. Y estos seis meses no pintan rosa. Tres miembros de la eurozona se encuentran en el medio del vendaval de los rescates internacionales; la austeridad que se impone sulfura los ánimos. Latente está el debate sobre la migración –en relación con los países del norte del África- y el posible debilitamiento del acuerdo de Schengen que asegura la libre circulación sin controles fronterizos.

"No voy a decir que son los meses más difíciles en la historia de la UE, pero están definitivamente entre los más complicados", señaló Tusk, añadiendo: "Espero que los próximos seis meses prueben que también los nuevos Estados miembros pueden hacer frente a los retos de la rutina europea". El impulso del crecimiento económico y la mejora de la gobernanza económica en tiempos de crisis están entre las prioridades de este semestre. También la cooperación con los vecinos del sur y los del Este: agilizar la entrada de Croacia como miembro número 28 y la relación con Ucrania son temas en la mira.

Así, mientras en Varsovia había discursos inaugurales de la presidencia, en la cultural y en la estudiantil Breslau –capital europea en 2016- se inauguraba la Casa de Europa, una nueva oficina de representación de la UE, por convocatoria del sindicato Solidaridad miles de sindicalistas marcharon en Varsovia hasta la residencia del primer ministro para un salario mínimo más alto y más beneficios sociales.

Pujanza en el espíritu de Europa

Por su parte, el presidente polaco, Bronislaw Komorowski, declaró que su "objetivo es crear una Polonia fuerte en una Europa fuerte" y subrayó lo simbólico de que la presidencia se inicia justo cuando se cumplen 20 años de la disolución del Pacto de Varsovia, la estructura militar del bloque del este dominado por la antigua Unión Soviética que servía a Moscú como sistema de control.

Entretanto, el país –que no forma parte de la zona euro- es un ejemplo de pujanza económica y es citado como un ejemplo en la región. Los fondos estructurales y de cohesión que ha recibido de las arcas europeas han sido bien encaminados y el 83 por ciento de los ciudadanos polacos se declaran a favor de la UE. "Queremos que los ciudadanos vuelvan a creer en las instituciones de la UE", ha dicho repetidas veces en las últimas jornadas el primer ministro Tusk, concluyendo con una exhortación: "Hay que sumirse en el espíritu de Europa".

Autora: Mirra Banchón/dpa/ebs/rtr
Editora: Emilia Rojas