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“Política alemana con fiebre de China”

15 de abril de 2005

El tema del levantamiento del embargo de armas a China ocupa mayormente a los editorialistas de Alemania, cuyo gobierno es el propulsor de la idea.

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"Mientras más poderoso sea el pais, más secundarios se vuelven valores como democracia y libertad".Imagen: AP

El periódico alemán Stuttgarter Zeitung comenta: “Hubo ya un tiempo en que Alemania, y en realidad Europa entera, miraba asombrada al Lejano Oriente. Nada más y nada menos que el filósofo y matemático Gottfried Wilhelm Leibnitz (1646-1716) escribía en ese entonces: `¿Quién habría pensado que hubiese sobre la faz de la Tierra un pueblo que nos superara en cuanto a reglas de refinamiento?` El país legendario al que se refería el sabio era China. Occidente entero deliraba por China. Al parecer hoy, una euforia parecida parece expandirse. El inmenso imperio atrae por ser un país de economía milagrosamente pujante, por ser un inmenso mercado de 1300 millones de seres humanos… La política exterior alemana parece haber contraído la fiebre de China. De otra manera no se explica la propuesta de Schröder de levantarle el embargo de armas.”

El rotativo Neue Osnabrücker Zeitung analiza: “Quien cierra los ojos a la tortura y la dictadura, hace oídos sordos a las amenazas de guerra contra Taiwán y se olvida de los innumerables presos políticos, puede llegar a la misma conclusión del canciller Schröder en cuanto a que China ha hecho grandes avances. La petición de Schröder de levantar el embargo de armas a China, impuesto por la Unión Europea, pone una vez más de manifiesto que nos encontramos frente a una drástica reducción de la política exterior alemana y ante un crecimiento del cálculo oportunista de un comerciante. Mientras más euros haya de por medio, y mientras más poderoso sea el país, más secundarios se vuelven valores como democracia y libertad. Y que el coqueteo con una dictadura venga precisamente de un gobierno que, como pocos antes, ha moralizado mucho, es un chiste de la historia… que da escalofrío.”

El diario londinense Daily Telegraph apunta: “Napoleón anotó una vez que China era un gigante dormido, que en caso de que despertara haría temblar al mundo. Con una economía que crece a un tiempo desorbitante, China se encuentra en la delantera. ¿Debería el mundo preocuparse? No es sorprendente que Japón tanto como Estados Unidos se horroricen de los planes de la Unión Europea de levantar el embargo de armas a China, que fue impuesto después de la masacre de la plaza de Tiananmen. El mundo tiene que ayudar a que China se despierte siendo un gigante amigable, no un ogro. Para entender cómo un nuevo poder asiático, hambriento de recursos naturales y guiado por un régimen nacionalista, puede volverse una amenaza basta ver la historia de Japón en el siglo anterior”.