Durante una inusual conferencia de prensa en la ciudad de Düsseldorf, en el noroeste de Alemania, la célebre coreógrafa dijo hoy que esta condecoración representa “un extraordinario homenaje para mí y para todo mi trabajo, la danza”.

Phillipine Bausch, nacida en Solingen en 1940, estudió danza en Alemania y Nueva York. Desde hace 34 años dirige la Compañía de Teatro y Danza de Wuppertal, una de las más renombradas del mundo.

Se le conoce como una persona muy disciplinada y exigente, creadora de un excepcional método que despierta la sensibilidad de los bailarines y los espectadores. Además, ha fusionado diversos géneros como la pantomima, la danza moderna y la actuación con la música para dar forma a un estilo muy personal y a producciones vanguardistas.

“El cuerpo y el movimiento son las mejores formas para expresar, lo que a mí y a cada uno nos mueve”, explicó la bailarina. “No es cuestión de arte o de capacidad, sino de vida”.

Un nuevo reconocimiento

En junio pasado se conoció su elección como ganadora del Premio Kioto, el más importante del mundo junto con el Nobel en el rubro Filosofía y Cultura, “por derribar las barreras entre la danza y el teatro”, así como por sus grandes aportaciones a las artes escénicas, según el jurado.

Además del nombramiento, la distinción también incluye 50 millones de yenes (400.000 euros), los cuales “galardonan a la cultura”, según dijo el gobierno de Renania del Norte-Westfalia, el Estado federado donde Bausch nació y sede de su compañía artística.

El próximo 10 de noviembre se hará entrega de los premios en la ciudad japonesa de Kioto, de donde viene su nombre. Desde 1984, cuando los creó el fundador de la empresa de tecnología Kyocera, Kazuo Inamori, han distinguido el avance de las artes y las ciencias a nivel internacional.

La coreógrafa de 67 años es la primera mujer que ha sido galardonada en el ámbito artístico-cultural. “Cada reconocimiento me alegra mucho, pero lamentablemente no tengo mucho tiempo para disfrutarlo o para dormirme en mis laureles”, confesó.

Por otro lado, Bausch, cuya trayectoria profesional abarca más de cuatro décadas y más de 30 puestas escénicas, aseguró que todavía tiene un sinfín de proyectos. “Tengo un sinfín de planes”, dijo, sin dar detalles.