Perfeccionan el "Papanicolau"

El cervicouterino, es decir, el que afecta al cuello de la matriz, es el tercer tipo de cáncer más común a nivel mundial. En Alemania ocupa el séptimo lugar. Cada año mueren aquí alrededor de 2.600 mujeres víctimas de este tipo de cáncer. Se conoce a los principales causantes de esta enfermedad: se trata de agentes patógenos humanos; bacterias, hongos, parásitos y virus. Entre el 50% y el 70% de la población tiene contacto con ellos, a través del sexo, por ejemplo. En la mayoría de los casos las infecciones causadas por estos agentes se reabsorben sin mayores consecuencias. Sólo en un 1% de los casos de infección se desarrollan, hasta 15 años después, los primeros niveles de cáncer.

Detectado a tiempo es curable

En los países industrializados se ha logrado reducir el número de muertes por cáncer cervical, gracias a la mejora de las condiciones de vida y también a la implementación de programas de detección precoz. En Alemania por ejemplo, cada mujer puede, a partir de los 20 años, someterse la prueba de Papanicolau, financiada por el seguro médico.

En este test se raspan mediante una espátula de madera, un cepillo o una esponja de algodón, células de la superficie del cervix (cuello del útero). Las células son enviadas a un laboratorio para un análisis microscópico, donde se comprueba si hay transformaciones malignas de las células. Un resultado negativo significa que la cervix es normal, uno positivo implica que hay presencia de células anormales, lo que podría ser síntoma temprano de un cáncer cervicouterino.

Una prueba, muchos resultados

La gran debilidad de la prueba de Papanicolau hasta el momento, es que lo que se observa bajo el microscopio puede ser interpretado de forma muy amplia. Es como el cuadro en una exposición que es visto e interpretado por cada observador de forma distinta. En consecuencia, los resultados pueden ser erróneamente "positivos", "negativos" o completamente confusos. Esto a su vez tiene como consecuencia que se realicen una serie de exámenes posteriores, lo que implica gran tensión para la paciente, operaciones y gastos innecesarios.

Incrementa efectividad de Papanicolau

Con el fin de mejorar los resultados del Papanicolau, el profesor Magnus von Knebel Doeberitz y su colega el Dr. Rüdiger Kläs del Centro de Investigación Oncológica de Heidelberg, han desarrollado un método que hace que en este procedimiento se tiñan de rojo sólo las células malignas. Los cambios celulares que no son peligrosos por lo tanto no se tiñen de rojo. El método se encuentra en fase de investigación. En los primeros exámenes clínicos ha resultado exitoso, pero hasta que se pueda aplicar de forma comercial aún pasarán entre tres y cuatro años.