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Peligrosa escalada en el Mar de China Oriental

Martin Fritz
20 de octubre de 2020

China está impulsando su reclamo sobre las islas Senkaku, administradas por Japón. Hasta ahora, Tokio ha reaccionado con mucha cautela, pero los últimos avances amenazan las relaciones chino-japonesas.

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China Japan Taiwan Konflikt um die umstrittenen Senkaku Inseln Symbolbild
Imagen: picture alliance/Kyodo

El segundo domingo de octubre, dos naves de la Guardia Costera china estuvieron durante 57 horas y 39 minutos en aguas próximas a las Islas Senkaku, bajo control nipón, pero que China reclama como Islas Diaoyu. El récord anterior de 39 horas y 23 minutos, en julio, fue claramente superado. En ambas ocasiones, los buques chinos se acercaron a un barco pesquero japonés e ignoraron la petición de la guardia costera de Japón de abandonar la zona. Estos incidentes parecen inofensivos en comparación, por ejemplo, con las actuales disputas territoriales entre China y la India. Pero, según analistas, estos nuevos movimientos de China en la zona en disputa, podrían empeorar la relación entre Pekín y Tokio y amenazar la estabilidad en el este de Asia.

"Se está gestando una tormenta en el Mar de China Oriental", dice Alessio Patalano, experto en estrategias militares del King 's College de Londres. Desde la nacionalización japonesa de algunas de las Islas Senkaku en 2012, el servicio de guardacostas de China ha invadido repetidamente las aguas de las islas y ha mostrado su presencia en la región. Pero desde 2019, China intenta enviar señales mucho más fuertes: en 2019, los barcos chinos entraron en la zona territorial alrededor de las islas unas 1.097 veces en 282 días, es decir, más a menudo que nunca antes. Con las estancias más largas y la interacción con los barcos japoneses este año, se llegó a esta situación. "China está empezando a desafiar activamente la administración japonesa del área", cree Patalano.

La toma de posesión progresiva sin guerra

Pekín está siguiendo, según Patalano, una estrategia de tres etapas de desgaste en el Mar de China Oriental. La "normalización" de la presencia china en las islas, que ya ha tenido lugar debido al efecto de la habituación, es seguida cada vez más por sus propias fuerzas de seguridad, por ejemplo, mediante el amenazante acercamiento a los barcos pesqueros japoneses. Con este último paso, China estaría queriendo tomar el control completo del área. Los expertos en seguridad de Japón no esperaban que esto sucediera hasta dentro de una o dos décadas, pero ahora sucederá dentro de este decenio.

Ostchinesisches Meer - Chinesisches U-Boot
Un submarino chino en el Mar de la China Oriental. Imagen: Reuters/Defense Ministry of Japan

El avance hacia esta región del Mar de la China Oriental probablemente expresa la imagen fortalecida de China de ser una potencia mundial. Y el gobierno japonés es muy consciente de este desafío. En su nuevo Libro Blanco de Defensa Nacional, presenta la amenaza china a las Senkaku de manera tan aguda como nunca antes: las autoridades chinas están impulsando "implacablemente" su reclamo sobre las islas y socavando lo establecido con actividades marítimas cada vez mayores. En la presentación del Libro Blanco, en julio, el entonces ministro japonés de Defensa Taro Kono dijo que una mayor intensificación podría desencadenar el uso de medios militares por parte de Japón.

Sondeando posiciones

El cambio de jefe de gobierno de Shinzo Abe a Yoshihide Suga también podría jugar un cierto papel en la reciente escalada. El nuevo primer ministro de Japón abordó la situación en el Mar de China Oriental directamente en su primera conversación telefónica el 25 de septiembre con el presidente chino, Xi Jinping. Solo una semana después, el gobierno de XI confirmó su reclamo de propiedad de las Islas Diaoyu. Y dos semanas después, la guardia costera china tuvo la estancia más larga en las aguas de las islas Senkaku hasta la fecha. La única reacción que Japón ha anunciado hasta ahora es que medirá las islas con mayor precisión utilizando datos de los satélites.

El enfoque chino puede ser visto como una prueba para el nuevo gobierno japonés. "Es un camino con poco riesgo para China, para ver cómo reacciona Suga", comenta Michael MacArthur Bosack, del Consejo de Yokosuka. Después de todo, aún no está claro si Suga quiere tratar con China de la misma manera que su predecesor, Abe. Por su parte, Matthew Goodman, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Estados Unidos, describe tres principios de acción de Japón hacia China: "Trabajar juntos en la medida de lo posible, tomar precauciones si es necesario y liderar la creación de normas regionales y mundiales".

Pero esta también podría ser una respuesta china a una prueba japonesa. Porque en lugar de dejar el tema en un primer contacto amistoso con Xi, Suga abordó inmediatamente la tensa situación en torno a las islas Senkaku y la ley de seguridad china para Hong Kong. La semana pasada Japón fue anfitrión del "Diálogo de Seguridad Cuadrilateral" (Quad) con Estados Unidos, India y Australia, que tiene como objetivo contrarrestar la búsqueda de poder de China en las vías fluviales de Asia.

(ct/er)