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Paz o pobreza

27 de agosto de 2002

El entorno político en el que se concreta actualmente la cooperación para el desarrollo ha registrado profundos cambios en las últimas décadas.

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Explotación de maderas preciosos de Camerún.Imagen: DW

Después de los acontecimientos del 11 de septiembre pasado resurge la vieja interrogante sobre la relación entre la paz y el desarrollo. La paz duradera no es viable sin que se solucione el problema de la pobreza. Una respuesta puramente militar a los actos terroristas del pasado mes de septiembre representa una respuesta unilateral. La solución requiere asimismo la inversión de grandes sumas de capital, según demanda Konrad von Bonin, Presidente del Servicio de Desarrollo Evangélico Alemán. No son sólo los gobiernos y grupos rebeldes como suele informarse en los medios de comunicación, los bandos enfrentados. En el Congo, en Sudán, en Sierra Leona, en Angola y en muchos otros lugares del mundo la lucha por el petróleo, cobre, diamantes, oro y otros metales preciosos no se da únicamente entre grupos rebeldes y gobierno. Existe aquí una relación entre la administración de las materias primas y la de la violencia. Es necesario darle mucho mayor importancia a la relación que existe entre las riquezas naturales y la guerra.

Materias primas y el poder

"La fiebre del coltán" en el Congo, en África Central, es un ejemplo. El coltán es un metal que se utiliza para la elaboración de componentes electrónicos de teléfonos móviles. También se utiliza en la industria aéreoespacial y en reactores nucleares.

La guerra entre el gobierno de Kinshasa y milicias rebeldes, paralizó por completo la explotación industrial de coltán. Ahora se ha desatado una verdadera fiebre por el valioso metal entre los pobladores de la región. Muchos niños abandonan las escuelas para buscar el metal y los campesinos hacen lo mismo con sus campos. Esto ha redundado en falta de alimentos, mayor criminalidad y el desarrollo de una economía amafiada en entorno a los ejércitos rebeldes.

Si la comunidad internacional realmente está interesada en poner fin a este tipo de enfrentamientos, no sólo debe impulsar la creación de gobiernos democráticos, también debe prestar mayor atención a la relación que existe entre la violencia y el flujo internacional de capitales.

Saqueo de conocimientos

Tanto los rebeldes como los gobiernos corruptos tienen por meta adueñarse de la materia prima para estabilizar así su poder. No son pocas las ocasiones en que empresas de naciones industrializadas, que no están bajo el control gubernamental, financian a través de sus negocios la guerra y la violencia indirectamente. Se desconoce hasta que punto hay empresas alemanas implicadas en este tipo de manejos, lo que se sabe es que hay varias empresas alemanas que participan intensamente en el saqueo de hiervas medicinales y remedios en bosques de Nigeria o en selvas de Camerún, por ejemplo.

El nuevo colonialismo

Son riquezas de las naciones en vías de desarrollo no sólo el oro y los diamantes, el cobre y el coltán, también los conocimientos tradicionales indígenas son parte de su patrimonio. Si las empresas transnacionales explotan sin escrúpulos estos bienes materiales e inmateriales y no comparten las ganancias con los habitantes del Tercer Mundo, lo único que se logra es el desarrollo de un nuevo tipo de colonialismo.

El gobierno alemán en un primer esfuerzo fundó un "Círculo de Paz y Desarrollo" en el que conjuntamente con organizaciones de ayuda al desarrollo elabora estrategias para acabar con estos círculos viciosos de violencia económica.