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Ofensiva israelí en Rafah, una "lucha por la supervivencia"

Tania Krämer | Hazem Balousha
21 de mayo de 2024

Los palestinos desplazados vuelven a ponerse en marcha, esta vez desde Rafah, donde el Ejército israelí avanza en una ofensiva terrestre. Las organizaciones humanitarias advierten de que no llega suficiente ayuda.

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Palestinos rescatan objetos de entre los escombros de una casa alcanzada por los bombardeos israelíes en Rafah.
Los palestinos que permanecen en Rafah intentan rescatar lo que pueden.Imagen: AFP/Getty Images

Justo antes de que el Ejército israelí tomara el control del lado palestino del paso fronterizo de Rafah el 7 de mayo, cerrando la principal puerta de Gazapara el paso de personas y la entrega de ayuda antes de una ofensiva terrestre "limitada", Ayman Mghamis y su familia pudieron cruzar a Egipto.

Pero no toda la familia de Mghamis logró salir. Su madre y su hermano tuvieron que quedarse en Rafah, donde la familia se había refugiado en los últimos meses, al igual que más de un millón de palestinos desplazados en busca de algún tipo de seguridad.

"El plan era que todos nos fuéramos de Gaza. Ahora sólo pienso en mi madre y mi hermano, y en cómo van a salir de Gaza, sobre todo después del cierre del paso fronterizo", relata Mghamis desde El Cairo, donde la familia intentaba asimilar su nueva situación como refugiados y la incertidumbre sobre si algún día podrán regresar a casa.

La familia no tenía dinero suficiente para pagar la salida de todos. En los últimos meses, las tasas pagadas a una agencia de viajes y a intermediarios para entrar en la lista aprobada de viajeros se han vuelto desorbitadas. Mghamis pudo reunir la mayor parte del dinero con la ayuda de desconocidos a través de crowdfunding.

Pero ahora sólo puede observar desde lejos cómo el Ejército israelí amplía su ofensiva terrestre en Rafah, en medio de intensos bombardeos y nuevos combates en muchas zonas de Gaza.

Poca comunicación y preocupaciones constantes

"Me comunico con ellos cada dos o tres días, a menudo no hay Internet ni conexión telefónica estable. Es agotador", afirma Mghamis, artista de hip-hop y músico de la ciudad de Gaza, que fue desplazado varias veces durante la guerra y ha pasado los últimos meses en una tienda de campaña en al-Mawasi, en el oeste de Rafah.

"Nosotros estamos aquí, ellos están allí, y sólo puedo esperar que no les ocurra nada malo. Mi mente está preocupada por esto", escribe en un mensaje de WhatsApp.

Palmeras y dos tanques estacionados, uno de ellos ondeando la bandera israelí.
Tanques israelíes en el lado palestino de la frontera en Rafah el pasado 7 de mayo. Imagen: Israeli Army/AFP

El artista asegura a DW que nunca quiso abandonar Gaza, pero que la guerra le obligó a tomar esta difícil decisión por la seguridad de sus hijos.

A principios de este año, el Ejército israelí ordenó a los residentes del este de Rafah que evacuaran al-Mawasi, una zona arenosa en la costa occidental de Gaza que, según las agencias de ayuda, es inadecuada para albergar a miles de desplazados. Desde entonces, las Naciones Unidas calculan que 800.000 personas han abandonado la zona, entre ellas, muchas procedentes de áreas que aún no están bajo las órdenes de evacuación, a medida que el Ejército israelí avanza e intensifica sus bombardeos.

Israel avanza en Rafah pese a la presión internacional

La presión internacional sobre Israel para que se abstenga de invadir Rafah a gran escala no ha impedido al Ejército israelí ampliar su ofensiva en la zona en los últimos días. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha afirmado en repetidas ocasiones que el Ejército debe entrar en Rafah para desalojar a Hamás del poder, alegando que sus militantes se esconden entre la población local.

En los casi ocho meses de guerra han muerto más de 35.500 personas en Gaza, según el Ministerio de Sanidad, en manos de Hamás. Alrededor del 80 por ciento de la población del enclave, de 2,3 millones de habitantes, se ha visto desplazada en múltiples ocasiones, y se cree que amplias zonas de Gaza están completamente destruidas.

Israel lanzó su ofensiva después de que Hamás, incluida en la lista de organizaciones terroristas de muchos países, entre ellos Israel, Alemania y Estados Unidos, entrara en Israel el 7 de octubre de 2023 y matara a casi 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrara a unas 240 personas.

La reciente incursión de Israel en Rafah y la reanudación de los combates en el norte de Gaza han provocado un nuevo y dramático deterioro del acceso a necesidades básicas, como alimentos, agua y atención sanitaria.

"Todas las predicciones sobre las consecuencias de una operación en Rafah se están cumpliendo. Casi no quedan alimentos y los esfuerzos humanitarios están estancados", declaró en un post publicado en X el jefe de la ayuda humanitaria de la ONU, Martin Griffiths.

Pesadilla por la supervivencia diaria 


Jalil Jairy, de la ciudad de Gaza, ya se ha desplazado con su familia en varias ocasiones. También tuvo que organizar su regreso desde Rafah a Nuseirat, un campo de refugiados en el centro de Gaza que data de la guerra árabe-israelí de 1948. 

El hombret, de 74 años, y su familia llegaron a Rafah en marzo de 2024. Algunos miembros de su familia habían podido salir de Gaza en semanas anteriores, pero él se quedó atrás con su mujer, uno de sus hijos y sus nietos. "Vivo en una pesadilla de supervivencia diaria. Soy un anciano, pero mis hijos y mis nietos deberían poder estar en un lugar mejor", dice.

La falta de suministros básicos bloquea la ayuda

El doctor John Kahler, pediatra de Chicago y cofundador de la ONG humanitaria MedGlobal, ha estado en contacto diario con su equipo médico palestino en Rafah. Kahler iba a entrar en Gaza en su tercera misión médica cuando el paso fronterizo de Rafah se cerró repentinamente. La mayor parte de la ayuda internacional se concentraba en torno a Rafah y ahora ha tenido que desplazarse a otras zonas debido a la incursión israelí.

Kahler califica de "distópica" la situación en el territorio asediado. Según él, la escasez de suministros básicos obstaculiza su labor de ayuda a los niños. "Mientras veía a estos niños, me di cuenta de que, literalmente, el 100 por cien de los consejos que daría a sus padres, no podrían seguirlos", lamenta, citando la falta total de agua potable, pañales y medicinas.

El domingo (19.5.2024) , los ataques aéreos sobre el campo de refugiados de Nuseirat causaron la muerte de al menos 27 personas, según la Media Luna Roja Palestina. Jairy, que se ha refugiado en la zona, dice que no parece haber un final a la vista para los combates. "Esta guerra de locos debe terminar. Los políticos deben encontrar una solución que ponga fin al sufrimiento de la gente", ruega. "No sé cómo, pero es lo que quiere toda la gente de Gaza, yo incluido".

(gg/ms)