Normativas de la Unión Europea
Algunas normas de la UE parecen innecesarias y hasta ridículas, pero todas tienen su razón de ser.
La medición de una banana
Esto es un ejemplo ideal para las normativas europeas: según la Unión Europea, todas las bananas que se introduzcan o se produzcan en la UE deben tener una longitud de por lo menos 14 cm y un grosor de 27 mm. No deben tener daños en su exterior ni estar demasiado maduras. Esto asegura que en el supermercado solo se vendan productos frescos.
Desayuno electrizante
¿Quién hubiera pensado que la miel también es conductora de electricidad? Los expertos de la UE lo saben, y por eso la miel europea solo puede llegar al mercado si se verifica que su conductividad sea inferior a los 0,8 microsiemens por centímetro. Pero la norma no se hizo para evitar descargas, sino porque sirve para diferenciar los diferentes tipos de miel.
Nostalgia por la antiguas bombillas
Las bombillas desaparecieron del mercado europeo en 2009 para ahorrar energía, pero las nuevas bombillas contienen mercurio, que debe ser desechado según normas especiales. Las nuevas bombillas LED poseen una luz más cálida, no tan blanca como las primeras en salir a la venta.
Leyes para los teleféricos
Todos los Estados alemanes tienen la obligación tener con una ley sobre teleféricos, para contar con una normativa en caso de querer instalar uno. El Estado de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania, también tuvo que aprobar una ley al respecto, a pesar de que su altura no sobrepasa los 168 metros sobre el nivel del mar.
Selección y separación de desechos
En Alemania, los desechos de papel se depositan en un tonel de basura de color azul. El plástico, en uno de color amarillo. El resto de la basura va al tonel de color gris. Pero en Europa los colores de los toneles varía. En este caso, aún falta una directiva que los unifique.
Trenes de vía ancha
En tren de Tallin a Madrid: suena simple, pero no lo es. El ancho de vía estándar que se utiliza en la red ferroviaria de la Unión Europea es de 1.435 mm. En España y Portugal, sin embargo, la distancia entre los carriles es mayor. En ambos casos se utiliza la denominada 'vía ancha Ibérica' (de 1.668 mm). Así, la falta de un reglamento europeo supone más transbordos para los pasajeros.
Un enchufe para todos los europeos
Todavía es necesario llevar un adaptador si se viaja a otros países de la Unión Europea, ya que no existe una norma europea común. Unificar los enchufes no solo sería importante para los consumidores, sino también para la industria, que debe producir diferentes enchufes para diferentes países.
Diversidad de siluetas del semáforo
Las siluetas de los semáforos de ciudades como Roma, París, Londres, Varsovia, o Berlín no se parecen demasiado. Incluso dentro de Alemania hay diferencias. ¿Llegará alguna vez el hombrecito del semáforo a ser común a toda la Unión Europea?
Buzones europeos
Si bien existe una norma que regula su volumen, su apertura y su tamaño, no hay una norma que establezca la forma que deben tener los buzones en la Unión Europea. Esto permite que cada país pueda elegir el diseño.