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NASA descubre extrañas formas en la alta atmósfera terrestre

4 de julio de 2024

El instrumento GOLD de la NASA descubrió formas alfabéticas en la ionosfera que podrían cambiar nuestra comprensión del clima espacial.

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Bajo la influencia de la gravedad y los campos eléctricos y magnéticos terrestres, las partículas de la ionosfera fluyen alejándose del ecuador, formando dos densas crestas al norte y al sur.
Bajo la influencia de la gravedad y los campos eléctricos y magnéticos terrestres, las partículas de la ionosfera fluyen alejándose del ecuador, formando dos densas crestas al norte y al sur.Imagen: NASA's Scientific Visualization Studio

Científicos de la NASA han hecho un descubrimiento que parece sacado de un juego de Scrabble cósmico. Utilizando el instrumento de imagen Global-scale Observations of the Limb and Disk (GOLD), han observado formas inusuales similares a la letra "X" y "C" en la ionosfera, una capa de la atmósfera situada entre 80 y 640 kilómetros sobre nuestras cabezas.

Más allá de lo curioso del hallazgo, esta peculiar "sopa de letras" podría arrojar nueva luz sobre el comportamiento del clima espacial y mejorar la precisión de nuestras comunicaciones terrestres y sistemas de navegación.

La ionosfera es una capa electrificada que marca la frontera entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior, y se carga durante el día debido a la luz solar. Esto crea bandas de plasma de partículas cargadas que, influidas por el campo magnético de la Tierra, forman crestas y burbujas.

Imágenes de la misión GOLD de la NASA muestran burbujas de plasma en forma de C y en forma de C invertida que aparecen cerca unas de otras en la ionosfera.
Imágenes de la misión GOLD de la NASA muestran burbujas de plasma en forma de C y en forma de C invertida que aparecen cerca unas de otras en la ionosfera.Imagen: NASA's Scientific Visualization Studio

Periodos de "calma geomagnética"

Lo sorprendente del hallazgo es que estas formas alfabéticas aparecen en momentos y lugares inesperados. A través del instrumento GOLD, que ha proporcionado la vista más clara y detallada de estas crestas fusionándose en forma de X hasta la fecha, los investigadores han podido observar estas estructuras no solo durante tormentas solares o erupciones volcánicas, como se había visto anteriormente, sino también en momentos de calma aparente. 

Este hallazgo desafía la comprensión previa y sugiere que otros factores, posiblemente relacionados con condiciones atmosféricas más bajas, podrían estar influyendo en la formación de estas estructuras, según indican nuevos modelos informáticos.

Pero la sopa de letras no termina ahí. GOLD también ha observado burbujas de plasma en forma de C y C invertida. Se cree que estas formas son creadas por los vientos terrestres, de manera similar a cómo el viento inclina un árbol. Lo más intrigante es que estas burbujas en C pueden aparecer sorprendentemente cerca unas de otras, a veces a tan solo 634 kilómetros de distancia, lo que podría suceder debido a la influencia de fenómenos locales más específicos como cizalladuras de viento o actividades similares a tornados.

"Nunca se había pensado en la existencia de estas dos burbujas de plasma de forma opuesta, ni se habían observado tan cerca", aseguró Deepak Karan, físico de la Universidad de Colorado.

Una dinámica compleja influye en las señales de radio y GPS

Estos descubrimientos no son mera curiosidad científica. El plasma de la ionosfera es crucial para la transmisión de ondas de radio a larga distancia, y las perturbaciones en esta capa pueden afectar a importantes infraestructuras de comunicación y navegación, incluyendo los sistemas GPS.

"El hecho de que tengamos formas de burbujas tan diferentes tan cerca unas de otras nos indica que la dinámica de la atmósfera es más compleja de lo que esperábamos", asegura Jeffrey Klenzing, astrofísico de la NASA.

Con apenas dos casos observados de estas agrupaciones de burbujas de plasma, esta característica de la ionosfera sigue siendo un enigma fascinante, una verdadera sopa de letras en la atmósfera superior que desafía nuestra comprensión y abre nuevas vías para la investigación científica.

Felipe Espinosa Wang con información de la NASA, JGR Space Physics y Science Alert.