Más regulación para megaeventos en Alemania

Luego del pánico masivo ocurrido en el Loveparade de Duisburgo, que ocasionó la muerte de 20 personas el pasado sábado (24.07.2010), Alemania busca regular en niveles más altos los esquemas de seguridad de mega eventos y concentraciones de personas. "El concepto de seguridad para eventos masivos es tan exigente, que no debería estar sólo en las manos de la administración municipal", dijo Rainer Wendt, presidente del sindicato de la policía alemana.

Los riesgos de una celebración a la que asisten cientos de miles de personas no deberían ser controlados solamente por las oficinas de planificación o concejos municipales. Así mismo, opinó la ministra presidenta de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft (SPD), que explicó el lunes en la noche (26.07) que la responsabilidad de mega eventos debería recaer sobre el ministerio del Interior del "Land".

Regulación existente: ¿política e insuficiente?

Quién planea en Alemania llevar a cabo un mega evento debe dirigirse a la oficina de Orden Público, que pertenece al ayuntamiento municipal. Allí el director responsable decide con su equipo bajo qué condiciones se puede permitir un evento de tal magnitud. Luego la oficina de Obras y Construcciones y los bomberos examinan el lugar. Una vez aprobado, la Asociación de Inspección Técnica (TÜV por sus siglas en alemán), verifica en particular qué se puede erigir en el terreno. La última decisión la toma la oficina de Orden Público, que informa los resultados a los organizadores. En una reunión con los organizadores se define y aprueba el concepto final.

Pero de acuerdo con Hans-Jürgen Schulke, Profesor de Management de Eventos en la Universidad de Macromedia de Hamburgo, teniendo en cuenta que en parte las ciudades tendrían un interés particular en la realización de un gran evento, que le trae a sus arcas el dinero de los consumidores, no se descarta una influencia política sobre la oficina de Orden Público. En últimas, el jefe del orden público es el alcalde de la ciudad. En el caso de Duisburgo, el Loveparade se pudo llevar a cabo gracias a una autorización especial, que terminó siendo mortal.

La prioridad es la seguridad de la gente

Las autoridades no deben dejarse presionar nunca por empresarios con el argumento de que las fiestas son importantes y atraen mucha gente, señaló el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann. "La seguridad siempre debe tener preferencia", dijo Hermann en declaraciones a la emisora Deutschlandradio Kultur.

Esa también debería ser la prioridad para el organizador de un megaevento como el Loveparade. Aunque el número de policías, bomberos y fuerzas de rescate depende del tamaño del evento, el número de fuerzas de seguridad desplegadas queda a discreción del organizador. "En mi propio interés como organizador está la decisión de asegurar varios aspectos", dice Klaus-Jürgen Eisner, manager de eventos en la localidad de Haan, cerca a Düsseldorf.

El mayor organizador de conciertos de Alemania, Marek Lieberberg, remitió la catástrofe del Loveparade a la codicia de la ciudad de Duisburgo y a la inexperiencia de la organización. "No hubo tragedia; esto fue el resultado de una conjunción fatal de autoridades completamente superadas y organizadores incompetentes", señaló Lieberberg a dpa.

A revisión esquema de seguridad de otros mega eventos

Pero además de la inclusión de los ministerios del Interior en la regulación de las medidas de seguridad, varios políticos alemanes pidieron considerar una revisión de los conceptos elaborados para próximos megaeventos a realizarse en Alemania. El presidente de la Comisión de Seguridad Interior del Parlamento alemán, Wolfgang Bosbach, declaró el domingo (25.07) que debería considerarse incluso si es adecuado volver a organizar fiestas de la magnitud del Loveparade.

Sin embargo, para el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, en el tradicional Oktoberfest de Múnich ya existe un concepto maduro para hacer frente a tales episodios de pánico, que se actualiza cada año, por lo que no es necesario revisarlo.

Los organizadores del desfile de Carnaval en Renania del Norte-Westfalia, por su parte, señalaron que tampoco hay necesidad de someter a examen su concepto de seguridad. Las condiciones de esa fiesta callejera no tienen nada que ver con las del Loveparede de Duisburgo, señaló a dpa el vocero del Carnaval, Hans-Peter Suchand. "Las calles están abiertas, no hay pasajes angostos ni cuellos de botella", por eso no hay motivo para planificar la emergencia de una posible estampida de pánico.

Advertencias previas

Entre 1989 y 2006, el Loveparade se hizo en Berlín, en torno a la Columna de la Victoria, en la que confluyen cinco avenidas en el centro del enorme parque central de la capital alemana, el Tiergarten. La celebración tuvo su pico en 1999, cuando congregó a 1,5 millones de personas. Las diferencias en términos de espacio y vías de evacuación con la fiesta que se hizo en Diusburgo, donde todos los concurrentes debían atravesar un único túnel para entrar o salir al área de la fiesta, son evidentes.

Incluso entre gente totalmente ajena a la organización hubo advertencias previas: "Sólo hay un acceso al área de la fiesta, y es a través de un largo túnel ¿Qué pasa si llega a haber una estampida de pánico?", preguntó el usuario Tron tres días antes del Loveparade en el sitio de Internet "Der Westen".

Autor: Cristina Mendoza Weber / dpa

Editor: Enrique López