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Afganos bajo presión

14 de febrero de 2010

Pese a las medidas de prevención a fin de evitar incidentes como el ocurrido en Kunduz hace unos meses, este domingo de nuevo murieron civiles afganos. La Operación Mushtarak cobró a vida de doce personas en Helmand.

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Aspecto de la ofensiva de la OTAN contra talibanes.Imagen: AP

Al menos 12 civiles fueron abatidos por error en la provincia de Helmand, sur de Afganistán, por soldados que participan en la ofensiva a gran escala contra la insurgencia talibán en la zona, informó hoy la Fuerza de Asistencia a la Seguridad de la OTAN (ISAF).

"Dos cohetes lanzados contra insurgentes por las fuerzas afganas y de la ISAF impactaron a aproximadamente 300 metros de su objetivo, matando a 12 civiles en el distritro de Nad Ali, en la provincia de Helmand", dijo la OTAN en un comunicado.

El comandante de la ISAF Stanley McChrystal se disculpó por lo ocurrido con el presidente afgano, Hamid Karzai, que el sábado había reclamado "absoluta prudencia" a las tropas de la OTAN para evitar víctimas civiles.

"Es lamentable que inocentes pierdan la vida en medio de nuestros esfuerzos comunes", dijo McChrystal, que aseguró que se hará todo lo posible para evitar que vuelvan a producirse este tipo de incidentes.

Anteriormente el palacio presidencial afgano había informado de que una casa fue alcanzada por un proyectil en el distrito de Marjah, en el sur del país, matando a diez miembros de una familia e hiriendo a varios más.

"Basándonos en información desde el distrito de Marjah, en Helmand, un misil cayó sobre una casa en el distrito durante la operación antiterrorista", señala el comunicado de la presidencia, según el cual Karzai ya ordenó a las autoridades pertinentes investigar el incidente.

No está claro si el incidente comunicado por la OTAN es el mismo que el confirmado por la ISAF.

Un total de 15.000 soldados afganos, estadounidenses, británicos y de otros países de la OTAN lanzaron este sábado en el sur de Afganistán la mayor ofensiva contra la insurgencia desde la caída del régimen talibán en 2001.

La operación "Mushtarak" ya costó la vida a dos efectivos de la alianza atlántica y a 27 insurgentes.

Evitar víctimas inocentes y ganarse el apoyo de la población civil era uno de los principales objetivos en la nueva estrategia donde se enmarca la operación.

No fue suficiente

En dari, la lengua persa que se habla en Afganistán, la palabra “mushtarak” significa “juntos”. Ese es el nombre que se le ha dado a la operación militar iniciada este sábado (13.2.2010) en la provincia meridional de Helmand por la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, son sus siglas en inglés).

A diferencia de otras ocasiones, las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) incursionaron con vehículos pesados y helicópteros en los distritos de Marjah y Nad Ali tras haber advertido a los civiles acerca de la Operación Mushtarak y haberles dado tiempo para abandonar la región.

El ministro de Defensa afgano, Abdul Rahim Wardak, anunció la toma de importantes instalaciones logísticas en la zona, un importante enclave de los talibanes, y subrayó la relevancia de esta maniobra para la reconstrucción de Afganistán.

Metas ambiciosas

“Después de tres décadas, la gente de este país está cansada de la guerra. Ellos quieren apoyar a su Gobierno. Pero, hasta ahora, nunca estuvimos en capacidad de proteger a esta gente. Las veces en que hemos comenzado una ofensiva con tropas internacionales, hemos logrado despejar la zona. Pero, como el peligro afloraba en otras regiones, nos retirábamos de la zona. Nunca hemos conseguido estar siempre presentes para garantizar la seguridad”, sostuvo Wardak.

General Stanley Mc Chrystal
El general Stanley McChrystal, comandante de la ISAF, planea controlar un vital bastión talibán.Imagen: picture-alliance/dpa

Voceros de las fuerzas armadas de Estados Unidos y Gran Bretaña han informado que las metas fijadas para el primer día de la operación fueron alcanzadas pese a que, como dijo el general de brigada estadounidense Lawrence Nicholson en entrevista con el diario The Washington Post, se registraron “algunos combates bastante duros”.

El objetivo a mediano plazo del general Stanley McChrystal, comandante de la ISAF, es controlar una zona de 200 millas hasta la frontera con Pakistán para luego obligar a los talibanes a negociar.

¿El comienzo del fin de la rebelión talibán?

En su edición dominical, el diario de Estrasburgo Dernières Nouvelles d'Alsace analiza con escepticismo la más reciente ofensiva militar en Afganistán: “Considerando la superioridad de sus fuerzas, no cabe duda de que la operación de las tropas estadounidenses y británicas en la provincia de Helmand tendrá éxito. Pero, ¿qué pasará después? La resistencia continuará y seguirá haciendo imposible que la población afgana viva en paz”.

El comentario del periódico regional continúa: “La nueva estrategia del presidente estadounidense, Barack Obama, –‘shape, clear, guild (‘dar forma, despejar, construir')–, sólo puede funcionar si la administración, la armada y la policía afganas colaboran entre sí, y ponen fin a sus lealtades de cara a los guerreros o los barones de la droga. La corrupción es un enemigo adicional en esta guerra. Esta lucha es una que amerita largo aliento”. Y nadie sabe a ciencia cierta qué tan largo.

Autor: erc / dpa / dw

Editor: Enrique López Magallón