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¿Motín en la socialdemocracia?

9 de agosto de 2004

La crisis de la socialdemocracia alemana (SPD) se agudiza: Oskar Lafontaine, ex presidente del partido, está dispuesto a apoyar una rebelión izquierdista, lo que ha provocado revuelo político y comentarios en la prensa.

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¿Quién le tiene miedo a Oskar Lafontaine?Imagen: AP

El País, de Madrid, opina: "Entre los problemas tradicionales de las socialdemocracias europeas figura esa eterna división entre bienpensantes y pragmáticos. En los años treinta provocó una herida que alimentó a los totalitarismos, nazi o comunista, con las consecuencias conocidas. Las descalificaciones de Oskar Lafontaine hacia su antiguo rival dentro del SPD, el actual canciller, Gerhard Schröder, no pueden dejar de producir alarma. Decía Lafontaine que "por mera decencia", Schröder debería dimitir. Ni tanto ni tan calvo. Schröder se enfrenta a inmensas dificultades para imponer sus reformas, incluso dentro de sus propias filas. Pero que un miembro responsable de la dirección de un partido con la historia y tradición del Partido Socialdemócrata de Alemania, que ha sido su presidente y candidato a la cancillería, sugiera una escisión hacia la izquierda y conceda licencia a partidos que siguen anclados en el este de Alemania a la tradición totalitaria, es una deslealtad a un proyecto político, pero también un síntoma de frivolidad intelectual.

Alemania ha cambiado

El periódico Tageszeitung, de Berlín, apunta: "Lafontaine se alza contra el SPD. ¿Y qué? Ciertamente no es nada muy nuevo. Desde su renuncia como ministro de Finanzas, en marzo de 1999, Lafontaine prácticamente no ha hecho otra cosa que regañar a sus correligionarios. Por ese entonces, a nadie le interesó mayormente. De pronto, ahora el SPD se siente amenazado. Ello no se debe a Lafontaine, a quien el SPD consideraba hasta ahora tan poco peligroso como a un fantasma en el parque de diversiones. No. Lo que ocurre es que Alemania ha cambiado en el último mes. Lafontaine siempre ha tenido aspiraciones de liderazgo, pero hasta ahora le faltaban potenciales seguidores. Eso ha variado desde las manifestaciones de los lunes contra las reformas del mercado laboral."

Peligro para el SPD

El periódico Hamburger Abendblatt, de Hamburgo, comenta: "Puede que sus detractores consideren a Lafontaine una diva narcisista, de poco carácter. (...) Pero aún puede volverse muy peligroso, no sólo para la cúpula del SPD, sino para todo el partido. Él podría despojarlo del poder a nivel federal en el 2006, si se suma a una nueva agrupación de izquierda y dentro de dos años se lanzara, como su adalid, a una campaña electoral contra el canciller Gerhard Schröder. Con Lafontaine a la cabeza, semejante tropa podría restarle votos decisivos al SPD y ayudar a conservadores y liberales a llegar al gobierno."