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Miedo a perder

22 de julio de 2002

Desempleo, acusaciones de intervención estatal en Deutsche Telekom, cambio del Ministro de Defensa. A dos meses de las elecciones generales, las encuestas pronostican una "gran coalición" en Alemania.

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El gobierno de Gerhard Schröder da señales de desgaste después de cuatro años de gobierno.Imagen: AP

Todos los sondeos pronostican una derrota de la coalición gubernamental "roji-verde" integrada por el partido socialdemócrata y su socio minoritario, el partido de los verdes. El retirar a un canciller del cargo tras un solo período legislativo no ha ocurrido nunca en la historia política alemana de la postguerra, pero bien podría ser ésta una primera vez.

La espectacular destitución del presidente de Deutsche Telekom, Ron Sommer, la semana pasada, desató fuertes críticas contra el gobierno alemán por intervenir en una empresa global que cotiza en bolsa. Sobre todo porque no dejó a una figura convincente al frente del gigante europeo de las telecomunicaciones.

Aunque el Ministro de Finanzas Hans Eichel reieró una y otra vez, que la iniciativa de destituír al antiguo empresario estrella, había surgido en el seno del consejo de vigilancia del consorcio, es evidente que el gobierno tuvo que haber dado luz verde, ya que sigue siendo un accionista mayoritario de la empresa, con un 43% de las acciones.

Un ministro incómodo

Después le siguió la destitución del Ministro de Defensa, Rudolf Scharping debido a un escándalo personal el pasado jueves. El asunto ha tenido efecto de tormenta en la prensa alemana. Fue una desición "difícil pero políticamente necesaria," dijo el canciller en una entrevista publicada por el semanario "Der Spiegel." Scharping fue cesado la semana pasada del cargo de Ministro de Defensa a raíz de un escándalo sobre cobros irregulares.

El gobierno de Gerhard Schröder admitió que el despido de Scharping pretende limitar los daños a la campaña electoral. A pesar de que el asunto no ha sido aclarado desde el punto de vista jurídico, "no es propicio hacer concesiones en plena campaña, sino sacar al partido de las acusaciones", dijo el portavoz gubernamental Uwe –Karsten Heye.

Scharping recibió de la agencia de relaciones públicas Moritz Hunziger, honorarios equivalentes a unos 71.000 euros por concepto de tres conferencias pronunciadas por él y un anticipo por la publicación de sus memorias. Las leyes alemanas no permiten que los Ministros reciban ingresos paralelos.

"Valentía desesperada"

La destitución de Scharping fue "fulminante" y "brutal", según el diario sensacionalista "Bild." Según críticos, ha sido tardía. Desde hace meses, los méritos de Scharping como reformador de las fuerzas armadas, quedaron eclipsados por una serie de escándalos provocados por un mal cálculo, el despiste y la torpeza del entonces Ministro. Sin embargo, la rápida actuación del canciller ha sido interpretada como una reacción de pánico, "valentía desesperada," calificó el diario Frankfurter Allgemeine.

Aún así, Schröder afirma que su partido no tiene ningún motivo para tener miedo ante una posible derrota electoral. "La carrera apenas ha empezado y aquí lo que importa no es quien empieza a correr primero sino quien llega primero a la meta," sentenció el canciller. Según las últimas encuestas, la actual tendencia en la preferencia de los votantes, no daría una victoria absoluta a ninguna de las grandes formaciones políticas, abriendo la posibilidad de que gobierne una gran coalición integrada por socialdemócratas y democristianos.

Una encuesta publicada por la revista Stern, afirma que la Unión Demócrata Cristiana, CDU y su hermana bávara, la Unión Social Cristiana CSU, obtendrían un 40% de los votos, mientras que el partido socialdemócrata alemán, SPD, cosecharía un 37%. El partido de los verdes, socio en la coalición gobernante, alcanzaría un 6%, mientras que los liberales, FDP, alcanzarían un 8%, convirtiéndose en un atractivo socio minoritario dentro de una coalición conservadora.

La actual coalición gobernante integrada por SPD y verdes, ha perdido credibilidad por su incapacidad para mejorar la situación laboral y la recesión económica, sin embargo, la mayoría de los votantes tampoco cree en que el equipo del candidato conservador, Edmund Stoiber, sea capaz de solucionar los problemas del país. El gobierno conservador de Helmut Kohl no logró en 16 años mas que un atasco de reformas.

Según las encuestas, la población alemana preferiría seguir teniendo a Gerhard Schröder como canciller que a su rival conservador Edmund Stoiber. Schröder se ve beneficiado con la preferencia de un 47% de la población, mientras que Stoiber tiene tan sólo un 27%. No se sabe hasta que punto los recientes escándalos han dañado la imagen de Schröder, pero un 47% de los votantes creen que los daños son irreversibles. Analistas consideran que difícilmente la actual coalición obtendrá los resultados de 1998, a menos de que Schröder gane votos en la recta final antes del 22 de septiembre.