Merkel se va quedando sola
19 de septiembre de 2011El impacto de las elecciones celebradas en Berlín trasciende los confines de la ciudad-Estado, La estrepitosa derrota de los liberales del FDP, que no lograron siquiera el 2 por ciento en la votación berlinesa, pone a tambalear al socio minoritario de la coalición que gobierna Alemania a nivel federal, con la cristianodemócrata Angela Merkel al timón.
Coalición de Merkel en tela de juicio
Tanto es así que, apenas conocido el desenlace electoral, comenzaron a escucharse voces que demandan elecciones generales anticipadas. Porque las razones de la debacle liberal no se atribuyen a la política local berlinesa, sino a su actuación en temas claves de la política alemana. El hecho de que el jefe de los liberales, el ministro de Economía Philipp Rösler, haya puesto recientemente a debate la posibilidad de una “insolvencia ordenada” en el caso de Grecia, fue visto como un recurso de última hora para repuntar en el favor del electorado. Pero no sólo fracasó en ese intento, sino que volvió a dejar en evidencia la falta de consenso en la coalición de Merkel, en momentos en que la eurozona atraviesa la peor crisis de su historia y Alemania es vista como la roca más firme a la que asirse en este turbulento mar financiero.
Ante este trasfondo, la jefa de Los Verdes, Claudia Roth, opinó que Merkel tiene socios poco confiables en su coalición y la instó a poner fin a este “rumbo aventurero”. También en las filas socialdemócratas se apuntan dardos contra los liberales. A clarificar posturas y adoptar una línea definida frente al desafío europeo llamó en la noche electoral el reelecto alcalde-gobernador de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, quien pese a haber perdido algunos escaños en el parlamento regional fue celebrado como un héroe de la socialdemocracia y ya se baraja como posible candidato a canciller.
El súper año electoral
Tanto los cristianodemócratas como los liberales rechazan por ahora tajantemente la convocatoria a comicios anticipados. Y no es de extrañar, porque sus expectativas no serían hoy en día nada halagüeñas, a juzgar por el panorama trazado en los siete comicios regionales celebrados este 2011 en Alemania. Las elecciones berlinesas pusieron término a un “súper año electoral” que resultó devastador para el FDP: el partido quedó marginado de 5 parlamentos regionales. Peor aún: en Berlín fue ampliamente superado incluso por el novato Partido de los Piratas, que logró casi un 9% de los votos enarbolando la bandera de la libertad en Internet y aglutinando votos de los sectores decepcionados con la política tradicional.
En el balance general, encabeza el bando de los triunfadores del maratón electoral el partido de Los Verdes, pese a que no lograra hacer realidad su sueño de asumir el Gobierno regional de Berlín. Y también cantan victoria los socialdemócratas que, por un lado, ya no sienten la amenaza de una Izquierda debilitada y, por otro, lograron superar el shock de la aplastante derrota a nivel nacional en 2009. Ahora, el partido vuelve a acariciar incluso la esperanza de relevar a Merkel en el poder o, al menos, de presentarse como un “socio fiable” para futuras coaliciones.
Y ese mensaje no pasa inadvertido. Porque Merkel ha de ver con preocupación cómo su “aliado predilecto” (el FDP) se desvanece en la insignificancia electoral, restando solidez a su Gobierno y su propia gestión, criticada ya en más de una ocasión también desde otras capitales del Viejo Continente por su falta de decisión a la hora de salir al rescate de la Unión Monetaria Europea.
Autora: Emilia Rojas
Editor: Pablo Kummetz