Merkel insta a revivir espíritu de la reunificación
3 de octubre de 2009
"Necesitamos un espíritu productivo como el de 1989", dijo Angela Merkel, la canciller alemana, oriunda de la antigua Alemania comunista. La nota de color de las celebraciones, que anteceden a los grandes festejos del 9 de noviembre próximo por el vigésimo aniversario de la caída del muro, la puso una compañía de teatro francesa con dos gigantescas marionetas que cruzaron Berlín. La representación del reencuentro de una pequeña y su tío.
La niña, de siete metros de altura, comenzó su recorrido por el antiguo sector comunista de la ciudad, mientras que el otro muñeco, de 15 metros de altura y vestido con un antiguo traje de buceador, inició la caminata desde las aguas del río Spree que atraviesa la capital.
Hace 19 años desapareció la "Dictadura del Proletariado"
Las marionetas se reunieron en la emblemática Puerta de Brandeburgo, a cuyo costado transcurría el muro que dividió casi treinta años a una ciudad y un país. El reencuentro de los muñecos simboliza la reunificación de los alemanes después de la caída del muro el 9 de noviembre de 1989. El día del encuentro marca la reunificación oficial de ambas Alemanias, casi un año después, el 3 de octubre de 1990, fecha en la que dejó de existir la socialista República Democrática de Alemania.
En un acto celebrado en el otro extremo del país, en la ciudad occidental de Sarrebruck, la canciller alemana, Angela Merkel, destacó el espíritu de lucha de los alemanes orientales que forzaron la caída del Muro de Berlín, como ejemplo para atravesar la actual crisis económica.
"Fugas" del Este alemán no pararon con caída del Muro
Desde entonces, miles de millones han sido invertidos en infraestructura y en la reactivación industrial del Este del país, pese a lo cual sigue habiendo un éxodo hacia el oeste, en especial en las ciudades pequeñas y en el sector rural, donde escasean los puestos de trabajo.
Sólo en 2008, el Este alemán perdió unos 136.500 habitantes. En las elecciones generales del 27 de septiembre pasado quedó claro que muchos en el Este siguen respaldando posturas izquierdistas. El Partido de la Izquierda, formado por poscomunistas y socialdemócratas desencantados, llegó a reunir 29 por ciento de los votos en esta región.
"Tenemos que dejar atrás las viejas rencillas", urgió Merkel en su discurso en Sarrebruck, en el que llamó a los ciudadanos, partidos políticos, Iglesias y sindicatos a trabajar juntos y no unos contra otros.
Los derechos civiles hay que pelearlos
Merkel recordó a los miles de alemanes orientales que corrieron peligro de ser perseguidos al salir a la calle para demandar democracia en 1989. "La unidad no vino del cielo. Fue el resultado del valor y de la determinación", sostuvo la mandataria.
El día de la unidad es festejado en Alemania cada año en una ciudad diferente, con actos oficiales y fiestas callejeras. Esta vez, la celebración fue opacada un poco por la expectativa generada por el referendo en Irlanda que acerca a los 27 a la aprobación del Tratado de Lisboa, clave para avanzar con la integración de la Unión Europea.
Los problemas en casa
Otro de los temas que amenazó con bajar los ánimos este 3 de octubre fue el debate interno sobre los inmensos esfuerzos financieros que deberá hacer el nuevo Gobierno de coalición para recuperar el equilibro fiscal.
El déficit de 40.000 millones de euros tendrá que ser compensado con duros recortes de gastos o el aumento de impuestos entre 2011 y 2013, como publica la revista Spiegel en su edición digital. La cifra no incluye las rebajas fiscales anunciadas durante la campaña electoral por los integrantes de la futura alianza gubernamental, la democristiana CDU de Angela Merkel y el Partido Liberal (FDP), que obtuvieron una mayoría para los próximos cuatro años.
Las estimaciones fueron presentadas por la canciller a las cúpulas de la CDU y su hermana bávara CSU, y servirá de base para las negociaciones de coalición que comenzarán este lunes 5 de octubre de 2009.
Varios expertos, incluido el presidente del banco central alemán, el Bundesbank, Axel Weber, han advertido del escaso margen que existe para bajar impuestos en épocas en que el Estado ha quedado altamente endeudado por la crisis y los planes de estímulo económico.
Autor: JOV/dpa/efe
Editora: Emilia Rojas