Mercados de navidad

El paisaje de las ciudades alemanas se torna de color rojo y dorado cuando comienzan a aparecer los mercados navideños. De acuerdo con la tradición local, pueden llamarse "mercados de Navidad" o "del niño Dios" (Weihnachtsmarkt o Christkindlmarkt) o también "mercados de adviento" (Adventmarkt). Desde hace algunos años, los mercados de Navidad han pasado a ser parte de la tradición prenavideña en Alemania.

¡Que comience la Navidad! En Frankfurt, las Fiestas comienzan con todo el brillo de esta ciudad, capital alemana de las finanzas.

En el norte de Alemania, con sus tradicionales casas de entramado (Fachwerk), el mercadillo navideño está rodeado de una atmósfera medieval.

Con más de 120 puestos, el mercado de Navidad de Bremen se encuentra frente a la alcaldía. Si presta atención, puede que escuche a la orquesta de la ciudad tocando un villancico.

Pasear por el mercado de Navidad de Ratisbona (Regensburg) se puede convertir en un encuentro con la nobleza. No porque sea la ciudad natal del Papa Benedicto XVI, sino porque el mercadillo está situado frente al Palacio Sankt Emmeram. Este antiguo monasterio fue convertido en residencia de la nobleza por la familia Thurn und Taxis en 1812. Es uno de los castillos más grandes de Europa, lamentablemente deshabitado.

En la capital alemana se destaca el mercado de Navidad iluminado por el destello del castillo de Charlottenburg.

En el este se halla el mayor mercado de Navidad de Alemania. Con más de 1 kilómetros y medio de extensión, recibe a vendedores de los 16 Länder alemanes, quienes abren sus tiendas en esta ciudad a orillas del Mar Báltico.

Christstollen (pan dulce de navidad), Lebkuchen (pan de jengibre), son algunas de las especialidades que atraen a los transeúntes en el paseo por el mercadillo. Y Papá Noel los espera para probarlas.

Poco antes de la Nochebuena, las ciudades se llenan de gente apurada que busca regalos de último momento. A Santa Claus o Papá Noel le pasa lo mismo. Busca presentes especiales, corriendo por calles nevadas, y tratando de pasar desapercibido.

En la pequeña ciudad de Himmelpfort (Puerta del cielo), en Brandenburgo, al norte de Alemania, Papá Noel lleva a dos niños en bicicleta hacia la oficina de correo adonde llegan los pedidos de los niños. En esta ciudad hay una oficina de correo que recibe las cartas de los niños a Papá Noel. El año pasado, 280 mil chicos escribieron una cartita pidiendo su regalo a la dirección: "Santa Claus, oficina de correo de Navidad, 16798 Himmelpfort, Alemania".

Algunos vendedores de los mercados navideños se visten con trajes medievales y ofrecen productos y comidas típicas de la edad oscura del continente europeo. Atractivo para algunos, estos mercadillos medievales no presentan, sin embargo, el brillo acostumbrado de la Navidad.

Las atracciones en este mercado navideño son, además del árbol de 25 metros de altura iluminado profusamente, el pesebre, formado por 14 figuras en madera hechas a mano, de tamaño casi natural, y la pirámide de Navidad de 12 metros de altura, originales del Erzgebirge. En las más de 200 casitas de madera, decoradas festivamente, el visitante encontrará todo lo que desea el corazón para estas Fiestas. Y también el estómago, ya que no faltarán las salchichas típicas de Turingia o el pan dulce artesanal.

Los globos para el arbolito son infaltables, lo mismo que las tiras de papel brillante o lametta, las luces, y las figuras de ángeles, entre otras.

El Caballero de Magdeburgo es un invitado especial de los mercados de Navidad en su ciudad natal. Aquí se ve una copia en bronce del original, el cual data de 1240 y está guardado en el Museo de Historia de la Cultura de Magdeburgo. Es una de las estatuas más antiguas que se conocen de la región nordalpina. Se dice que representa al Emperador Otto I.

Todos los años, más de un millón y medio de personas visitan el mercado navideño de Aquisgrán en busca de salchichas, waffles y vino caliente.

En esta ciudad del sur alemán la tradición de los mercados navideños es de larga data. Ya en 1692 se reunían los comerciantes para ofrecer sus productos artesanales. Aquí, el enorme árbol de Navidad se erige en medio de la ciudad, en la Plaza del Palacio (Schlossplatz).

El árbol de Navidad, un obsequio de la ciudad hermana de Trondheim, Noruega, ilumina la alcaldía de Hamburgo.

La avenida berlinesa "Unter den Linden", frente a la Puerta de Brandenburgo, se convierte en un mar de luces en la época navideña.

Los "Räuchermännchen" u hombrecitos de humo, son figuras de madera originarias de las montañas del Erzgebirge. En su parte inferior se les coloca un incienso encendido, y el humo asciende hasta salir por la boca de los hombrecitos, como si estuvieran fumando. Son típicos de esta época, como las pirámides navideñas.