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Margarita de Argentina

12 de diciembre de 2012

En nuestro país, las fiestas navideñas cambiaron en el transcurso de los últimos 50 años. Según la tradición española, las fiestas de Navidad tenían un marcado acento religioso. Era la fiesta de Niño Dios.

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Y se esperaban pensando en la reunión familiar que consistía en una cena temprana para asistir a la "Misa del gallo" a las doce de la noche. Al volver de la iglesia se partía el pan dulce con frutas y fabricado para ese evento y se descorchaba una sidra para brindar, y después ir a dormir.

A media noche llegaba el Niño y traía juguetes a los niños. Eran regalos modestos, pues el regalo mayor venía con los Reyes Magos el 5 de enero a la noche. No solían hacer regalos entre los mayores.

La cuestión del consumo y la influencia de otros países han hecho que la festividad navideña se haya ido convirtiendo en algo comercial. En las casas familiares se armaba el pesebre y no había árbol de Navidad. Eso fue posterior. Se armaban también pesebres vivientes en las parroquias. Entonces se les hacía construir a los niños un ranchito con pajas y cañas a donde venían dos niños representando a la Virgen y a San José para el nacimiento del niño. Se aprendían villancicos que se cantaban en esa noche.

La comida era especial, pero sencilla. El champán se incorporó en los últimos 20 años, reemplazando a la sidra. Asimismo, con el incentivo del consumo se favoreció lo comercial por encima de lo cultural, y así se fue perdiendo una tradición popular.

Symbolbild Party Champagner
Imagen: Fotolia/Gennaro Guarino
Dreikönigstag in Spanien
Los Reyes MagosImagen: picture-alliance/dpa