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Manipulación y desinformación: el lobbyismo en descrédito

9 de marzo de 2010

El lobbyismo es parte esencial de la democracia, para informar a los legisladores sobre diferentes temas. Pero está siendo copado por grupos multinacionales y de intereses que pueden pagar para imponer sus ideas.

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Una mano lava la otra...Imagen: bilderbox


Hace poco, el Partido Liberal Demócrata alemán (FDP) y la Unión Social Cristiana (CSU) fueron acusados de haber aceptado donaciones a cambio de una reducción del IVA para el ramo hotelero. Durante las investigaciones salió a la luz que ambos partidos habían recibido cerca de dos millones de euros del millonario alemán August Baron von Finck a través de su compañía, Substantia AG. La reciente reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a hoteles del 19 por ciento al 7 por ciento beneficia en gran forma a la cadena hotelera Mövenpick, propiedad de Augusto von Finck.

Este escándalo ilustra claramente las trampas subyacentes en la financiación de campañas electorales, y la relación de reciprocidad entre los partidos políticos y sus patrocinadores. El caso mencionado puso de relieve el tema del lobbyismo en Alemania, así como todo lo que tiene que ver con su regulación, pero no quedó allí. También interesa a Bruselas, sede de la Unión Europea, donde se toman muchas de las decisiones que afectan a Alemania.

Lobbyismo durante la crisis económica

Belgien EU Demonstration gegen Lobbyismus in Brüssel
Manifestación contra el loobyismo ante la sede de la UE en Bruselas.Imagen: AP

El caso que envolvió al FDP, a la CSU y a von Finck demuestra la conexión entre el financiamiento de campañas electorales y el lobbyismo. Sin embargo, los lobbyistas también entran en acción cuando un determinado ramo industrial es sometido a más regulaciones y restricciones por parte del Gobierno. El investigador del Observatorio Europeo de Corporaciones (CEO), Erik Wesselius, dijo a Deutsche Welle que el aumento de gastos en una compañía que se encuentra en proceso de someterse a nuevas regulaciones “ilustra un problema fundamental si gran parte del dinero se desembolsa en manipular a los legisladores”.

Esto comporta un problema, en especial para aquellas industrias en las que corporaciones multinacionales compiten con empresas pequeñas que tiene pocos grupos lobbyistas o grupos no organizados que realizan tareas de lobby. De acuerdo con Robert Schadler, directivo del departamento Política Diplomática en el Consejo Estadounidense de Política Exterior, en los EE.UU. la crisis financiera “afectó al lobbyismo como afectó a todo el país, y esto puso de relieve una tensión típica entre la economía real y el mundo de las finanzas."

La situación actual en el sector financiero saca a la luz lo injusto del lobbyismo, ya que hay muchos que no pueden permitirse el lujo de que sus puntos de vista sean tomados en cuenta por quienes hacen la ley. “Si los lobbyistas provienen de un solo lado, uno puede imaginarse que la información que obtienen los legisladores también es unilateral”, advierte Erik Wesselius.

Manipulación y desinformación

Manager unterhalten sich vor einem modernen Bürohaus
Las campañas electorales también están afectadas por el lobbyismo.Imagen: Illuscope

En los EE.UU., la controvertida reforma del sistema de salud del presidente Obama condujo a un incremento notable de la actividad lobbyística en dicho sector. Se produjo un debate emocional y polémico que muestra una nueva forma de lobbyismo, cada vez más común en los EE.UU.: el lobbyismo localista.

“Una de las cosas más interesantes que hizo el lobbyismo en EE.UU. es donar cantidades de dinero para movilizar a segmentos de la población estadounidense, al tiempo que presiona a miembros del Congreso preocupados por su reelección”, dice Robert Schadler. Actualmente, el lobbyismo local es muy popular en los EE.UU., en parte porque los miembros de la Cámara de representantes estadounidense son electos por un período de dos años. Los miembros del Parlamento Europeo (MEP), electos por cinco años, no están bajo la presión de una reelección a corto plazo.

El sector sanitario ha usado el lobbyismo local para provocar un fuerte impacto en la población estadounidense. “En el tema del sistema de salud aparecen ciertos slogans, en parte exagerados y en parte adecuados, que enardecen al electorado”, subraya Robert Schadler. Este tipo de lobbyismo también se puede ver en Europa cuando las ONG les solicitan a sus miembros que escriban cartas a sus MPE. “Pero esa costumbre no está tan difundida como en los EE.UU.”, explica el experto.

Hay organizaciones ‘pantalla' que se establecen en Bruselas para sacar adelante una causa determinada. Es el caso, cita Erik Wesselius, de la creación de la Sociedad Europea de Energía y Medioambiente (EPEE, por sus siglas en inglés). La EPEE, que a primera vista parece ser una organización ecológica, fue montada por productores de sustancias refrigerantes que contribuyen a aumentar el calentamiento global. En su página web sólo se menciona que las sustancias refrigerantes son beneficiosas para la capa de ozono. Es el ejemplo perfecto de cómo los lobbyistas forman una organización y la usan como fachada, omitiendo información esencial en la página web, para manipular la formulación de las leyes y desinformar a los ciudadanos.

Regulación de la industria lobbyística

Una de las diferencias más grandes entre el lobbyismo en EE.UU. y en la Unión Europea es que a los lobbyistas estadounidenses se les exige que se inscriban en un registro. El registro de actividades lobbyísticas, obligatorio en EE.UU., contribuyó a que se descubrieran los movimientos financieros sospechosos del lobbyista estadounidense Jack Abramoff.

Tanto Abramoff como Ralph E. Reed Jr., Grover Norquist y Michael Scanlon hicieron lobby en contra de los intereses de los clientes, indígenas que representaban en el sector de casinos, les cobraron sumas millonarias y se repartieron los beneficios. Las actividades ilegales de Abramoff lograron ser reveladas gracias a la información provista por el registro de actividades lobbyísticas, comenta Erik Wesselius, que está convencido de que la creación de un registro obligatorio como el mencionado daría por resultado una mayor transparencia en el lobbyismo europeo. El uso actual del registro es optativo en Europa. “Sólo el conocimiento acerca de quién está influyendo en la política puede prevenir que la política sea acaparada por intereses particulares”, concluye el investigador del Observatorio Europeo de Corporaciones.

Autor: Chiponda Chimbelu/ Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz