¿Mal aprendidos o mal enseñados?

Con su propósito de introducir la materia "Buena Conducta" en las escuelas primarias, el ministro de Cultura de Sarre, Jürgen Schreier, desató una oleada de protestas. Tanto el Consejo Nacional de Padres como la Asociación de Maestros se mostraron contrarios a esta propuesta. Según el demócrata-cristiano Schreier se trata de que los alumnos aprendan por qué "los buenos modales, la consideración mutua y el respeto al prójimo son tan importantes para la convivencia". El ministro y sus seguidores temen que estemos sufriendo ahora las "consecuencias tardías de una época que cuestionó la autoridad y el respeto y desacreditó virtudes como puntualidad, amabilidad, orden, responsabilidad y aplicación". Pero, los contrarios a Schreier, no comparten esta alusión directa a la "generación del 68" como explicación para el mal comportamiento de los jóvenes alemanes.

"Conducir y dejar crecer"

Udo Beckmann, director general de la Asociación de Maestros, rechazó rotundamente la propuesta de Schreier: "La escuela no puede ser utilizada una vez más para reparar los daños que se cometan en la sociedad y la familia". De poco sirve enseñar buenos modales en la escuela, si los padres en casa no funcionan dando el buen ejemplo. Según Beckmann "la educación sigue siendo en primer lugar tarea de los padres". Para el presidente de la misma asociación, Josef Kraus, "educar es conducir y dejar crecer", manteniendo el equilibrio entre ambas tareas. Kraus observa un exceso de "dejar crecer" o "dejar ser" y convoca a padres, maestros e incluso vecinos a intervenir si lo consideran necesario. "Educar también es marcar límites", explica Kraus.

La ciudad y el campo

Josef Kraus, que además es director de una escuela secundaria, conoce bien la situación actual y se muestra preocupado ante la creciente falta de respeto en las aulas. Pero, sin embargo, no considera que una materia dedicada a enseñar buenos modales, solucione esta problemática, ya que probablemente se quedaría en lo teórico. Kraus reconoce además una gran diferencia entre el comportamiento de chicos de ciudad y aquellos que viven en el campo, donde aún se mantienen ciertas formas en el trato.

La educación comienza por casa

Expertos y políticos coinciden en que hay un gran descuido en las formas, que dificultará la vida laboral y social de los futuros adultos. Las discrepancias se ubican ahora en el modo de enfrentar este problema. Mientras que algunos políticos quieren rellenar el vacío temático de las semanas veraniegas, lanzando propuestas polémicas como la de Jürgen Schreier; los maestros ven la solución en manos de los padres y madres de familia. En primer lugar se debe incentivar a las familias. La asociación de maestros desaprueba "buenos modales" como materia escolar y convoca a personajes públicos, desde deportistas hasta estrellas de TV y políticos, a destacar el valor de la educación familiar. No hay que olvidar que las vivencias de la infancia son decisivas para el futuro de un chico. "Los niños deben aprender durante sus primeros diez años de vida a decir ‘gracias’ y ‘por favor’, a renunciar a la agresividad y a manejar formas de consumo apropiadas", opina el Presidente de la Asociación de Maestros.