Los yihadistas, “peligrosos por incontrolables”
18 de enero de 2015Deutsche Welle habló con Marwan Abou-Taam sobre los yihadistas que retornan con experiencia de combate a su Europa natal y por qué éstos constituyen un serio desafío para las autoridades del bloque comunitario. El politólogo Abou-Taam, de la Agencia de Investigación y Prevención de Crímenes de Renania-Palatinado, es especialista en terrorismo islamista y otros delitos con trasfondo político.
DW: ¿Qué peligro representan los combatientes yihadistas que regresan de Siria o Irak a Alemania u otros países europeos?
Marwan Abou-Taam: El problema radica en que ellos ya estaban suficientemente radicalizados como para ir al frente de guerra. Yo doy por sentado que algunos de los que combatieron en Siria o Irak regresaron decepcionados e incluso decididos a darle la espalda al yihadismo.
Pero creo que otros son peligrosos porque desarrollaron un sentimiento de odio hacia el estilo de vida occidental cuando se fueron a combatir y tuvieron contacto directo con la muerte; bien sea porque presenciaron como otras personas morían o eran asesinadas, o porque ellos mismos llegaron a matar.
En este caso, se trata de personas peligrosas porque están traumatizadas y entrenadas en el uso de armas. Aún cuando no se les haya encargado perpetrar atentados terroristas en Europa, ciertos yihadistas son peligrosos por incontrolables.
A ese segundo grupo de yihadistas se suma el de los que probablemente sí han recibido encargos concretos de regresar a Europa para consumar ataques terroristas. Los que quieren llevar la yihad al corazón de las sociedades occidentales son particularmente peligrosos porque ya están planeando actos de violencia.
¿Pueden las autoridades europeas poner coto a este riesgo?
Estamos frente a una situación muy turbia porque también hay personas que viajan al Cercano Oriente para hacer la yihad y regresan a Europa, pasando inadvertidos por las autoridades a cargo de la seguridad. Esta cuarta categoría de yihadistas puede actuar clandestinamente en territorio comunitario y eso representa un riesgo evidente para las sociedades europeas.
Los servicios secretos alemanes estiman que 450 yihadistas partieron del territorio germano hacia Siria. ¿Qué tan grande puede ser el margen de error de los servicios de inteligencia?
La cantidad de yihadistas que pasan inadvertidos es probablemente mayor que la de aquellos cuyos viajes hacia el extranjero han sido confirmados. Es más fácil seguirle el rastro a quienes viajan a Afganistán que a quienes viajan a Siria, porque muchas de las rutas hacia Siria escapan a la capacidad de escrutinio de los servicios secretos alemanes. Volar a Turquía no llama la atención de las autoridades germanas porque muchos viajan a ese país. Y después es difícil determinar quién hace turismo en Turquía y quién busca cruzar la frontera hacia Siria.
¿Se sabe de yihadistas que hayan regresado a Europa con el encargo de organizar atentados?
El terrorista francés que perpetró el atentado en el Museo Judío de Bruselas no era un combatiente cualquiera. Hay testimonios de testigos que lo señalan como cómplice en el secuestro de varios ciudadanos franceses. Eso apunta a que él tenía en la mira objetivos eminentemente franceses y es de suponer que él regresó a Europa con el plan de asestar estos golpes.
En Alemania tuvimos al llamado ‘grupo Sauerland’, cuyos miembros viajaron a Afganistán para participar en la yihad y regresaron al territorio germano con el encargo de consumar por lo menos un ataque en su país de origen.
¿Puede intensificarse este fenómeno si las milicias del autoproclamado Estado Islámico empieza a sentirse bajo presión en Siria e Irak?
A corto plazo, seguramente. Yo diría incluso que Estado Islámico puede aplicar la estrategia de enviar combatientes a los países del bloque comunitario para que lleven a cabo atentados en suelo europeo. Es necesario tener clara la diferencia entre Estado islámico y la formación de Al Qaeda que consumó los ataque del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Aquellos combatientes de Al Qaeda provenían, en su mayoría, de países árabes en torno al Golfo Pérsico. Muchos de quienes viajan a Siria e Irak para hacer la yihad poseen nacionalidades europeas. Eso les facilita el viaje de retorno al Viejo Continente para llevar adelante ataques terroristas; sobre todo si las autoridades no han advertido sus desplazamientos geográficos.
¿Cree usted que la participación de Estados occidentales en la lucha contra Estado Islámico haya aumentado las probabilidades de que Europa sea objeto de ataques terroristas?
El peligro ya existía; pero, a corto plazo, yo sí creo que la participación de Estados occidentales en los conflictos armados de Siria e Irak incrementa la probabilidad de atentados en territorio comunitario. Cabe recordar, eso sí, que la táctica de las organizaciones terroristas Al Qaeda, Estado Islámico y Al Nusra es atacar donde sea posible.
¿Cabe esperar un retorno masivo de yihadistas a Europa si la buena racha exhibida hasta ahora por Estado Islámico llega a su fin?
Yo no lo creo. Pero eso está por verse. Estados Unidos sostiene que pasarán, por lo menos, tres años antes de que se pueda debilitar a las fuerzas de Estado Islámico.
Dennis Stute ( MG, PP / ERC )