La ciudad brasileña de Belém acoge desde el 8 de agosto una cumbre de naciones amazónicas destinada a encontrar formas de evitar la degradación de la selva. La cumbre reunirá a los líderes de 8 países de una región amenazada por madereros ilegales, mineros de oro y contrabandistas de animales. Pero la región también está amenazada por empresas que no respetan las normas de vertidos.