Los partidos españoles y sus hermanos europeos
6 de marzo de 2008El 9 de marzo, España tiene elecciones parlamentarias. Aunque son varios los partidos que existen en el espectro español, el conservador Partido Popular y el progresista Partido Socialista Obrero Español son los que captan la mayor atención, lo que se traduce, por ejemplo, en los dos debates televisivos en los cuales los otros partidos han estado invisibles.
¿Por qué aparecen sólo dos?
En conversación con DW-WORLD, el catedrático Walther Bernecker, especialista en historia y politología iberoamericana, analizó ambos partidos y asevera que aunque aparentemente ausentes: “en la realidad política del país y después del 9 de marzo desempeñarán un papel muy importante, pues con seguridad ninguno de los dos obtendrá una mayoría absoluta, y entonces, el partido ganador al que se encargará conformar gobierno estará supeditado al apoyo de los pequeños”.
Un partido de dimensiones europeas
“Yo, con Merkel y Sarkozy; usted, con Chávez y Castro”, sentenció el conservador Mariano Rajoy durante el primer debate. Rodríguez Zapatero le respondió, en el segundo debate: “el Partido Socialista siempre ha estado presente cuando se trataba de construir la democracia”. Estas frases -dos descalificaciones surgidas en el fragor de la batalla- llaman la atención y, para entenderlas, es bueno echar un vistazo a los sus grupos políticos.
Según Bernecker, la frase de Rajoy hace alusión a la pertenencia del PP al bloque del Partido Popular Europeo –el mayor del legislativo de Bruselas- al que también pertenece la socialcristiana CDU de la canciller alemana, Angela Merkel. También integra el bloque la conservadora UMP, del presidente francés, Nicolás Sarkozy.
Socialista, no populista
La segunda parte de la frase tiene la intención de descalificar la política exterior del gobierno socialista. “Alinear a Zapatero con Chávez y Castro no tiene sentido; se puede decir que su política exterior ha sido bastante exitosa, y que a nivel europeo reparó bastante de la porcelana que había roto el anterior jefe de gobierno, José María Aznar, en los últimos cuatro años de su legislatura”.
Cabe resaltar que el componente populista de los líderes latinoamericanos que preconizan el socialismo está ausente en Zapatero: “dado que no hace grandes promesas que no pueda cumplir luego y que en estos cuatro años se puede decir que ha procurado mantener la palabra dada en campaña, de ninguna manera lo denominaría populista”, dice Bernecker.
Demócratas desde su génesis
En cuanto a la frase de Zapatero, el especialista de Erlangen explica: “Quería desmarcarse de la tradición de la que vienen los conservadores. Éstos, en su origen y fundamento que fue la Alianza Popular, pretendían expresamente ser una continuación de lo bueno del franquismo. Así los expresaba su fundador Manuel Fraga. Es cierto, que entretanto han pasado 30 años y que el PP se ha vuelto un partido moderno y democrático; pero también es verdad que el PSOE siempre estuvo en contra de la dictadura y el franquismo, y en cuanto a democracia el PP no puede darle lecciones”.
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El PP y la CDU
La alineación del PP con el democracia cristiana alemana invita a la comparación. Si bien hay afinidades, las diferencias no faltan. “La CDU, desde su génesis, acuña sus valores y sus fundamentos en el cristianismo, algo que no necesariamente sucede con el PP”, explica Bernecker y añade: “como todo partido alemán, acentúa mucho, la economía social de mercado eso tampoco es una característica del partido conservador español”.
El PP y la Iglesia
Innegable es la relación del Partido Popular con la Iglesia Católica, Acerca de su profundidad Walther Bernecker opina: “La Iglesia y el PP tienen paralelos en la programática, pero cuando no coinciden marchan separados. Es decir, cuando conviene el PP utiliza el ascendiente de la Iglesia Católica. Esto se vio cuando se trataba de protestar contra las reformas sociopolíticas de los socialistas.
Han ido de la mano, aunque tan pronto no calzan se sueltan inmediatamente”, explica. En caso de que llegase al poder el PP, el analista alemán no cree por ejemplo que las nuevas leyes del divorcio, del aborto o del matrimonio homosexual sean derogadas. Algo que sí le gustaría a la Iglesia. “Es decir, sí marchan junto a la Iglesia, pero tienen su propia programática y no se someten a las directivas eclesiásticas”, puntualiza.
Más allá de los valores, las normas y la programática, “la mayor diferencia entre ambos es que el Partido Popular se ha volcado hacia la derecha, sobre todo durante el gobierno de José María Aznar. Mariano Rajoy no pudo sacudirse de ello, pues asumió toda la vieja cúpula conservadora. Si bien en el CDU también existe un ala muy conservadora, en el partido alemán se ve equilibrado con un centro mesurado, algo que en la cúpula no tiene el PP”.
El PSOE y el SPD
El PSOE , por su parte, también integra un bloque europeo, el segundo en tamaño en el Parlamento de Bruselas. Una comparación con el SPD alemán arroja, más que diferencias estructurales, una diferente posición en el espectro izquierda – centro.
“Si miramos hacia al interior de los socialdemócratas europeos podríamos situar al PSOE actual en el ala izquierda, en la más progresista de los europeos. La cúpula socialista española, además, no tiene un espectro tan amplio como la SPD alemana”, recalca Bernecker.
El intenso y aguerrido debate al interior del SPD en torno a su posible apertura hacia el izquierdista Die Linke es prueba de la heterogeneidad de los socialdemócratas germanos. “Mientras que en el SPD se detectan también fuerzas de centro-derecha, la cúpula del PSOE es más homogénea y se mantiene en la centro-izquierda”.