1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW
PolíticaColombia

Los desaparecidos en el puerto de Buenaventura

20 de febrero de 2025

La ampliación del puerto de Buenaventura es una amenaza para los que siguen buscando a sus desaparecidos en el manglar. Desde la sociedad civil colombiana se pide apoyo en la UE, garante de los acuerdos de paz.

https://p.dw.com/p/4qnx4
Instalaciones del puerto de Buenaventura, Colombia
Instalaciones del puerto de Buenaventura, ColombiaImagen: Vicente Vallies/PBI

"En Colombia, mucha de la gente desaparecida reposa en el mar", cuenta a DW Milbia Andrea Díaz, de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz (CIJB). Concretamente, en el estero San Antonio en Buenaventura, "debe haber unas mil personas en acuafosas. Sabemos de las dificultades de encontrar restos en el mar y en el manglar, pero hay tecnología que haría posible encontrarlos”, añade, buscando apoyo de la Unión Europea (UE) en Bruselas. El tiempo pone mucha presión a esta búsqueda de los restos de víctimas de la violencia en Colombia. 

El tiempo apremia, primero porque va llegando a su fin el mandato de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) durante 1985 y 2016. Y segundo: el dragado de ese estero para la ampliación del puerto de Buenaventura acabaría con toda posibilidad de encontrarlos. Al lado de colectivos de mujeres buscadoras, la CIJP y otras organizaciones han logrado un medida cautelar para parar las obras en ese estero. Por el momento.

El derecho al duelo

El puerto de Buenaventura, el más importante de Colombia y uno de los 10 más importantes de América Latina, se ubica al final de unas de las cuencas hidrográficas más grandes del continente y, por su cercanía a Panamá, tiene gran importancia geopolítica. De gestión público-privada, registra el mayor monto de ingresos aduaneros para Colombia. Su ampliación hasta el año 2050 es una clave del crecimiento económico del país. 

"Con el dragado de los esteros donde se han detectado acuafosas, se estaría violando el derecho a la búsqueda. La reparación implica poder enterrar a tu ser querido de manera digna y de acuerdo a los rituales mortuorios que toda cultura tiene", explica a DW Vincent Vallies, autor de  "¿Quién asume el coste?”, un estudio sobre Buenaventura y los impactos de la economía global en la población, que se presenta en Europa durante la gira de incidencia de las organizaciones sociales colombianas.

Cabe recordar que Colombia aún se encuentra implementando los Acuerdos de Paz de 2016 y que la búsqueda de la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición es la base. Al respecto, "es difícil pensar que la gente pueda hablar de convivencia y construcción positiva si se le impide recuperar los cuerpos de sus seres queridos”, añade Vallies. En cualquier caso, por lo pronto, la Justicia Especial para la Paz -mecanismo del proceso de paz apoyado con fondos europeos- ha fallado a favor de la suspensión del dragado.

¿Por qué no los encuentran?

"En ocho años que lleva trabajando, la UBPD ha encontrado solamente a 400 de las 120.000 personas dadas por desaparecidas”, explica a DW Martha Giraldo, del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE). Esta organización acompaña y asesora a las familias buscadoras de desaparecidos.

"No desestimamos el trabajo; cada persona que se encuentra y puede ser entregada a su familia es un avance. Pero el resultado es muy pobre en comparación a todo el esfuerzo, todo el apoyo de la comunidad internacional”, sigue Martha Giraldo, sin descartar que se deba a una cierta falta de interés en esta zona, poblada en un 87 por ciento por afrodescendientes.

Según el estudio "¿Quién asume el coste?”, aunque Buenaventura es el puerto más importante del país, la población ha carecido crónicamente de la atención del Estado. También ha sido una de las zonas más afectadas por los conflictos armados: entre 2000 y 2003 se registran 19 masacres; entre 1998 y 2003, grupos paramilitares asesinaron a dos personas por día. Parte de esos "desaparecidos” se encuentran en los esteros, especialmente en el de San Antonio.  "Podemos estar de acuerdo en que no vamos a encontrarlos todos. Pero no pueden trabajar con esa actitud”, recalca Martha Giraldo.

Una población invisibilizada

Así, mientras que los planes de ampliación del puerto de Buenaventura cobran impulso, el 83 por ciento de la población local vive en niveles de pobreza y el 43,5 por ciento en la indigencia. El racismo, legado de la esclavitud, ha invisibilizado a la población, afirma Vicente Vallies en el estudio, que se hace eco de datos y cifras de Naciones Unidas. El puerto, con su gran actividad económica y sus infraestructura hotelera, no es fuente de trabajo para la población. 

Es más, a pesar de la riqueza portuaria, en el 82 por ciento del territorio de Buenaventura hay presencia de actores armados ilegales. En una de las ciudades más violentas del país, "todo el mundo paga extorsión: el pescadero, el desplazado que va a buscar su cheque de subsidio, todo el mundo paga a los actores armados ilegales”, afirma Vicent Vallies. "Esto representa un riesgo para las empresas”, agrega, recordando el caso de Chiquita.

Dejarles la memoria

En este contexto, tiene lugar tanto la modernización del puerto como la búsqueda de la verdad y la reparación. "La gente está consciente de lo que significa encontrar restos en el mar. No esperan que los encuentren a todos”, apunta la activista de CIJP.

"Por eso, piden que se mantenga ese estero como un lugar de memoria histórica, porque ahí descansan sus desaparecidos. Sería un acto de justicia, factible en el marco del mecanismo especial para el tema de la memoria”, subraya Milbia Andrea Díaz, remitiéndose otra vez a los Acuerdos de Paz.

En un momento en que, desde Europa, se impulsa la Alianza de los Puertos en busca de combatir el narcotráfico, hay una renovada atención a enclaves como Buenaventura, con sus inmensas posibilidades económicas. 

Con todo, "las delegaciones europeas en Colombia harían bien en creerle a la población local, a los pescadores, a la gente que busca y que opina que no existe”, recomienda Vallies. "Si los apoyaran en su deseo de no dragar ese estero, que es un gran cementerio, sería un gran paso”, concluye.

(ms)