Casi diez años después de la incorporación de la República Checa a la Unión Europea, en el majestuoso el Palacio Presidencial ondea ahora la bandera checa junto con la europea. Una clara señal por parte del nuevo presidente Milos Zeman. Pero su sentimiento europeísta tiene sus límites, el país no introducirá el euro, pese a que el grueso de sus exportaciones se dirige a la UE.