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Los Balcanes: polémica ante auge de energía hidroeléctrica

Nusrah Hadzic | Denis Tahiri
18 de noviembre de 2021

Los Estados balcánicos siguen apostando por polémicos proyectos hidroeléctricos, a pesar de que la energía solar sería la mejor opción a largo plazo.

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Río Sushica, en Albania.
Río Sushica, en Albania.Imagen: DW/Denis Tahiri

En los Balcanes está prevista la construcción de unas 2.796 centrales hidroeléctricas en los próximos años. Según la ONG RiverWatch, 740 se construirán en Albania, que cuenta con una superficie geográfica total de algo menos de 29.000 kilómetros cuadrados.

Hace quince años, el expresidente albanés, Sali Berisha, anunció su ambición de transformar el país en una "potencia" balcánica. Pero el plan no fue objeto de ninguna investigación de fondo, ni se realizó nunca un estudio de viabilidad.

"El plan recibió la bendición de los inversionistas, que naturalmente apoyaron la iniciativa. Este fue el comienzo para hacer los cambios legales necesarios. Durante el mandato de Berisha se firmaron 183 contratos y se dio luz verde a 420 pequeñas centrales hidroeléctricas", afirma Olsi Nika, director ejecutivo de la organización no gubernamental Eco Albania.

El proceso continuó durante la administración de Edi Rama, a pesar de que el gobierno fue elegido con la promesa de "poner fin a esta locura", añade Nika. Según los datos facilitados por el registro en línea de la Agencia Nacional de Recursos Naturales, 252 empresas han obtenido licencias de construcción y explotación para 500 centrales eléctricas. Sin embargo, según Nika, el número total de centrales eléctricas en Albania es de 740.

La profesora Miriam Ndini.
La profesora Miriam Ndini.Imagen: Privat

Impacto medioambiental 

La profesora Miriam Ndini, ingeniera civil y miembro del grupo de trabajo que informa sobre Albania al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), afirma que las pequeñas centrales hidroeléctricas de Albania son principalmente instalaciones de tipo cascada y que la mayoría de los proyectos requieren la colocación de desniveles o desvíos de canales. "Estas instalaciones provocan una desconexión entre las aguas profundas y las superficiales, pero el impacto tarda años en hacerse evidente", afirma Ndini.

Basándose en sus estudios y observaciones a largo plazo, Olsi Nika afirma que las consecuencias de las pequeñas centrales hidroeléctricas son desastrosas para el medio ambiente y la biodiversidad. "Setenta especies de peces que solo se encuentran en los Balcanes habitan en estos ríos: en otros lugares se han extinguido. ¿Por qué? Porque sus hábitats han sido destruidos por la mano del hombre", explica Nika. Otro problema que señala es que casi el 40% de las centrales hidroeléctricas previstas en Albania están dentro o muy cerca de zonas protegidas, lo que significa que van a afectar a ecosistemas ya frágiles.

Una central eléctrica solar en Alemania.
Una central eléctrica solar en Alemania.Imagen: picture-alliance/dpa/Construction Photography/Photosh

La profesora Ndini añade que, teniendo en cuenta el cambio climático, Albania habría hecho mejor en optar por la energía solar como principal fuente energética. "Tenemos un sol infinito; tenemos 220 días de sol al año. Por supuesto, también tenemos ríos y agua, pero el cambio climático está alterando el calendario de disponibilidad del agua. Los periodos de sequía son cada vez más largos y las temperaturas aumentan. Tenemos que centrarnos más en la energía solar", sostiene.

La controversia sobre las centrales hidroeléctricas no es un problema exclusivamente albanés. Las comunidades de Bosnia y Herzegovina se enfrentan al mismo dolor de cabeza. Según la organización no gubernamental Eko Akcija, ya se han construido 115 pequeñas centrales hidroeléctricas en Bosnia, y al menos 340 más están en distintas fases de planificación, preparación y construcción.

La sociedad civil vs. las grandes empresas

Las mujeres de la aldea de Kruscica, en el centro de Bosnia, son un gran ejemplo de cómo la sociedad civil puede ayudar a proteger los ríos. No solo bloquearon la construcción local de una central hidroeléctrica, sino que también han animado a otros a que se preocupen por la protección de los ríos en Bosnia.

Valientes mujeres de Kruscica, en Bosnia-Herzegovina, protestan contra una central hidroeléctrica y a favor de la protección de su río local.
Valientes mujeres de Kruscica, en Bosnia-Herzegovina, protestan contra una central hidroeléctrica y a favor de la protección de su río local.Imagen: Andrew Burr

"Lo dijimos hace cuatro años y lo hemos repetido hoy durante la audiencia pública: Kruscica no sacrificará un río de este modo; solo defendemos lo que es nuestro", dice Amela Zukan, presidenta de la asociación ecologista Bistro.

En referencia a la falta de respeto a las instituciones y a las leyes por parte de los ricos y poderosos, Zukan añadió que es "extremadamente triste e increíble" que las autoridades locales digan una cosa y el inversor siga adelante a pesar de todo".

(ct/er)