Los alemanes no son sexy y juegan mal al fútbol

Una encuesta encargada en conjunto por el Instituto Goethe y el British Council revela que a la mayoría de los jóvenes alemanes, básicamente, les agradan los británicos, les interesa o conocen el país, muchos hablan inglés y pueden mencionar algunas estrellas del pop británico.

¿Al revés? El resultado es casi triste: la opinión de un tercio de la nueva generación inglesa es que sus vecinos europeos son "uncool" y que lo más positivo que tienen son los autos. Mientras que un 84% de los muchachos alemanes supieron dar nombres de personajes famosos provenientes de la isla -Robbie Williams, David Beckham o la mismísima Reina-, a 63% de los británicos la mente se les quedó en casi en blanco. A los krauts -mote que le dieron los ingleses a los alemanes por sus platillos a base de col- sólo Claudia Schiffer los salvó de la más absoluta inexistencia en la mente de los británicos. Pero es que está casada con un británico, y vive en Reino Unido.

La experiencia de los abuelos

Al parecer la imagen "algo" negativa que tienen los ingleses de los alemanes se origina en la Segunda Guerra Mundial, aunque los 1000 encuestados entre 16 y 25 años no la experimentaron. Por ello, el portavoz del Instituto Goethe, Klaus Kischok, aduce que son los medios los que tienen ése como principal punto de referencia cuando se habla de Alemania. Por otro lado, la tecnología alemana y la infraestructura son aspectos positivos de que tienen los alemanes , que, sin embargo, no los salva de no ser "sexy, trendy" o simplemente creativos. Además juegan mal al fútbol.

El asunto de las lenguas

En el estudio, que se realiza por segundo año consecutivo, los jóvenes alemanes demostraron conocer a su vecino y manifestaron su aprecio por Reino Unido calificándolo de país multicultural, cuya escena musical y cultural es muy interesante. En esto la opinión generalizada no ha variado de un año al otro, a pesar de la guerra contra Irak o la ampliación de la Unión Europea. Lo que este año se ha mencionado con mayor frecuencia es su atractiva economía, y que a un considerable porcentaje de ellos les gustaría trabajar o estudiar en Inglaterra. A propósito, una cuarta parte de los alemanes encuestados dicen hablar fluidamente inglés, mientras que un 22% del bando contrario balbucea un poquitín de la lengua de Goethe.

Precisamente la poca difusión de la lengua alemana es lo que preocupa al Instituto Goethe y lo que se tiene por el principal motivo de la mala imagen teutona en el exterior. Para cambiarla y despertar el interés por la tierra de los poetas y pensadores hay que ofrecer más cursos de alemán. Así lo informa, y probablemente anhela, Krischok, pues según el mismo estudio lo que más temen los alemanes es a perder su puesto de trabajo.