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¿Llegó la hora de las sanciones?

Luna Bolívar Manaut7 de octubre de 2006

Sin determinar ni el qué ni el cuándo, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, más Alemania, parecen dispuestos a presentar un borrador de resolución que incluya sanciones contra Teherán.

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Steinmeier y Beckett: dispuestos a poner punto y final.Imagen: AP

Ayer por la tarde en Londres, los ministros de Exteriores de los cinco países con derecho a veto dentro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, más Alemania, debían decidir sobre los nuevos pasos a dar en relación al conflicto nuclear con Irán.

El avión de Condoleezza Rice se retrasó. Su colega ruso, Sergej Lawrow, no podía alargar su estancia en la capital británica. Con los máximos representantes de los dos frentes de discusión abiertos fuera de combate, la reunión perdió gran parte de su incidencia.

Sin embargo, en un punto parecen ir coincidiendo lentamente las posturas: las negociaciones con el régimen de Teherán duran ya demasiado y las sanciones económicas comienzan a vislumbrarse como el único método de presión que le queda a la comunidad internacional ante un Irán que a todo hace oídos sordos.

Treffen der Außenminster Iran Atom-Konflikt in London Magaret Beckett
Margaret Beckett, ministra de Exteriores birtánica, ayer en Londres.Imagen: AP

De la diplomacia a las sanciones

Las posiciones dentro del Consejo de Seguridad han variado tan poco en lo que llevamos de contencioso como la determinación iraní de seguir adelante con su programa nuclear. Rusia y China consideran que la vía diplomática sigue abierta. Gran Bretaña y Estados Unidos claman por que se impongan duras sanciones.

Ayer mismo, el viceministro de Exteriores ruso, Alexander Alexejew, declaraba que "hablar en términos de ultimátum con Irán es contraproducente". Lo cual no parece tan alejado de la realidad, después de que el país islámico hiciera caso omiso al ultimátum de Naciones Unidas que venció el pasado 31 de agosto.

Hoy, Rusia sigue negándose someter a Irán a un embargo económico, pero se manifiesta ya dispuesta a considerar la necesidad de una resolución del Consejo de Naciones Unidas en la que se contemplaría la aplicación de sanciones económicas y diplomáticas (nunca de corte militar) contra Irán.

"Queremos hablar con los miembros del Consejo de Seguridad sobre los pasos adicionales a dar para convencer a la parte iraní de que acepte las propuestas presentadas por el 'grupo de los seis' a principios de junio", indicó Lawrow.

Sólo castigos "blandos"

"La decepción es profunda", dijo refiriéndose al enriquecimiento de uranio iraní la ministra de Exteriores británica, Margaret Beckett. "Estados Unidos considera que se necesitan sanciones para lograr la colaboración iraní", declaró por su parte Nicholas Burns, secretario de Estado del Ministerio de Exteriores estadounidense. "Las negociaciones con Irán no pueden durar eternamente", opinaba la voz para los asuntos exteriores de la Unión Europea, Javier Solana.

Sergej Lawrow in Washington
Lawrow y Rice en un encuentro en Washington (marzo 2006).Imagen: AP

Realmente, las negociaciones empiezan a agotar incluso para los mismos defensores de la vía diplomática. "El siguiente paso será trabajar conjuntamente en la redacción de un borrador de resolución que deberá ser presentado al Consejo de Seguridad", dijo el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier.

De este borrador de resolución formarían parte sanciones como, por ejemplo, restricciones a la importación de ciertos productos y a los movimientos de miembros del Gobierno iraní y otros castigos de tipo económico y diplomático. La semana que viene y por videoconferencia, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, más Alemania, quieren determinar la forma y duración de estas medidas de persuasión contra Irán.

Sin embargo, pese a la decepción reinante, la comunidad internacional sabe ya, como reconoce Steinmeier, que "sólo las sanciones blandas tendrán alguna posibilidad de imponerse" en el Consejo de Seguridad.