Levantamiento de los pequeños
1 de septiembre de 2003La exigencia es clara: reforma del borrador de la Carta Europea diseñada por el convento. Según los quince países más pequeños de la Unión, miembros y candidatos, la Constitución prevista concede grandes ventajas a Alemania y Francia.
Entre los firmantes del documento firmado por estos días en la capital checa de Praga, se encuentran los ministros de exteriores de Austria, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Irlanda, Grecia y Portugal, así como los futuros miembros Hungría, República Checa, Eslovenia, Eslovaquia y los tres países bálticos.
Revolución en la Europa del siglo XXI
La actitud de los quince países mencionados no tiene precedentes. El temor a ser "arrollados" por las grandes naciones los ha llevado a unirse y elevar exigencias hasta ahora no expresadas tácitamente.
Según Jan Kohout, del ministerio checo de Relaciones Exteriores, la petición se resume en tres puntos. El primordial: "Un país, un comisario". De acuerdo a lo previsto sólo 15 de todos los 25 países tendrían un comisario. El segundo punto exige que haya equidad en el sistema de rotación, ya sea cuando se trate de ocupar las sillas del Consejo Ministerial o las de la Comisión Europea.
Más voz y más voto
La tercera solicitud tiene que ver con las decisiones por mayoría. Sobre todo cuando concierna a las políticas exterior y de seguridad, los "chicos" quieren tener más voz y más voto en las decisiones comunes.
El temor a los futuros objetivos de Francia y Alemania que probablemente no estén de acuerdo a sus propios intereses, es lo que lleva a estos países a elevar su voz contra los Gobiernos europeos más potentes. La experiencia de las grandes diferencias en torno a la reciente guerra contra Irak es aún muy fresca. Mientras Alemania y Francia se opusieron vehementemente, los pequeños, liderados por España, apoyaron la política bélica de EE.UU. y la Gran Bretaña. Las disonancias no se hicieron esperar.
Roma: la esperanza de los "insurgentes"
El encuentro en Praga de los "países de ideas afines", o sea de los críticos de la Carta Magna europea, fue liderado por Austria y la República Checa. A pesar de lo incisivo de las exigencias, Kohut piensa que "no se trata de formar un bloque contra los grandes", confía empero que bajo la actual presidencia de Italia "se llegue a un acuerdo de enmienda aceptable para todos". Para ello sólo queda una oportunidad: la "Conferencia de Gobierno" sobre la futura Constitución que se celebrará a principios de octubre en Roma.