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Las heridas siguen abiertas

9 de mayo de 2003

En Polonia se encontraron los representantes de la "Vieja Europa": Chirac y Schröder, con un controvertido protagonista de la llamada "Nueva Europa": el presidente polaco Aleksander Kwasniewski.

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Los tres mosqueteros: Chirac, Kwasniewski y Schroeder.Imagen: AP

Alemania, Francia y Polonia aseguraron en su encuentro en la ciudad de Wroclaw, al sur de Polonia, su disposición a buscar una solución pragmática para superar la crisis de Irak. El encuentro tuvo lugar en el marco de las consultas del llamado "Triángulo de Weimar" que iniciaron en 1991 para intensificar el proceso de la unión europea. Esta vez el encuentro estuvo marcado por la división europea en torno a la guerra de Irak.

La reunión reveló de nuevo las discrepancias que existen entre países como Alemania y Francia, que se opusieron a la ofensiva militar, y Polonia, que se presenta en estos días como el niño preferido de Washington en Europa.

Problemas de comunicación

Recientemente las relaciones germano-polacas se vieron empañadas por una propuesta el ministro de Defensa polaco, Jerzy Szmajdzinski. El Gobierno alemán se mostró 'sorprendido' por el anuncio del ministro, quien propuso que fuerzas alemanas y danesas se sumaran a las suyas en las fuerzas de seguridad para controlar una de las tres zonas de Irak. Alemania, Polonia y Dinamarca crearon en 1999 el denominado 'Cuerpo Multinacional del Noreste'.

El Gobierno alemán se apresuró a reafirmar que Alemania no participará en una misión aunque fuera bajo el paraguas de la OTAN y que toda misión en Irak debe realizarse bajo auspicio de la ONU. Además, el ministro de Defensa alemán, Peter Struck, aseguró que la propuesta no había sido consultada ni con él ni con su homólogo danés.

Persisten divergencias

Tras el encuentro en Polonia, el canciller alemán, Gerhard Schröder, reconoció que siguen existiendo divergencias en torno a la crisis iraquí, pero señaló que los tres mandatarios coincidieron en la necesidad de evitar una catástrofe humanitaria en Irak. Schröder explicó que los soldados alemanes ya forman parte de fuerzas internacionales que actúan en distintas regiones del mundo, pero aclaró que la constitución alemana impide misiones de ese tipo sin el mandato de las Naciones Unidas.