Las elecciones de mayor suspenso

Para la elección del décimo quinto parlamento alemán, han sido convocados a las urnas 61,2 millones de alemanes. Los resultados, según los sondeos, serán una interrogante hasta el último minuto. Todas las encuestas de opinión dan por contado que será una competencia muy cerrada entre los dos grandes partidos mayoritarios, el Partido socialdemócrata alemán, SPD, y la Unión Cristiano Demócrata CDU y su ala bávara, la CSU.

En caso de conquistar el triunfo, el actual canciller Gerhard Schröder continuará la coalición socialdemócrata-verde, que gobierna desde hace cuatro años. La CDU y CSU y su candidato Edmund Stoiber, quieren formar una coalición con el Partido Demócrata Liberal, FDP. Los liberales y su líder y candidato, Guido Westerwelle, han evitado declararse a favor de una coalición con uno u otro partido.

Primeras elecciones desde el traslado a Berlín

Durante las elecciones hace cuatro años, cuando Schröder puso fin al gobierno de 16 años de Helmut Kohl, la socialdemocracia alemana alcanzó un 40,9 % de los votos. La CDU y la CSU obtuvieron un 35,1%. Los verdes, con 6,7%, aventajaron ligeramente a los liberales, cuyos votos sumaron un 6,2%, mientras que los neo-comunistas del Partido del Socialismo Democrático, PDS, entraron al parlamento con un escaso 5,1%. Mientras que hace cuatro años, se preveía un claro triunfo de la socialdemocracia bajo Schröder, desde una semana antes de los comicios, en esta elección, las posibilidades están abiertas.

Este domingo los dos grandes partidos, SPD y CDU/CSU y los dos pequeños, Los Verdes y los liberales FDP, las formaciones que los dos grandes partidos podrían necesitar para formar gobierno, muestran una escasa diferencia en las encuestas. Teóricamente otra alternativa sería una gran coalición, pero esta posibilidad no es favorecida ni por los votantes ni por políticos de ambos partidos porque provocaría una parálisis en cuestiones claves como la reforma del mercado laboral, donde ambos partidos se neutralizarían mutuamente.

Decisiva, la votación en el Este

Lo que también parece un acertijo es si lograrán los neo-comunistas del Este de Alemania, el PDS, entrar al parlamento. Según el sistema alemán, es necesario obtener un 5% de los votos para tener representación parlamentaria. Desde la salida de su figura estrella, Gregor Gysi, del ámbito político, el partido se ha quedado sin figuras.

Un descalabro del PDS cerraría una etapa del proceso de reunificación, al desaparecer un partido que representaba los intereses y recelos de la población del este de Alemania. Pero la salida del PDS afectaría el equilibrio parlamentario y podría, debido al sistema de reparto de escaños, hacer peligrar una nueva coalición roji-verde.

¿Desenlace inesperado?

La carrera está tan reñida, que todos los partidos han llamado a sus seguidores a no dar por ganada la lucha, exhortando a una movilización para asegurar la victoria. Aunque la campaña electoral cerró el viernes, los partidos seguirán tratando de ganar votos hasta el último minuto.

En la ciudad de Rostock, en Mecklenburgo –Antepomerania, donde también se celebran elecciones regionales el domingo, Schröder reiteró sus temas de campaña; exhortó a la solidaridad que experimentó durante las inundaciones, subrayó la necesidad de una política medio ambiental que enfrente los desafíos ecológicos, y dijo que la situación económica que vive el país, el alto desempleo y bajo crecimiento económico, se deben en buena parte a los efectos del 11 de septiembre. Schröder recordó que su gobierno ha sido el único que ha tenido el valor de formular una posición clara con respecto a Irak.

Las inundaciones ahogaron a la CDU

Durante la campaña, el canciller ha vivido altibajos de fortuna, los acuciantes problemas económicos que afectan al país, daban hasta hace poco el triunfo al candidato conservador Edmund Stoiber, por creer buena parte de la población que es su equipo el mejor capacitado para enfrentarlos, pero las riadas y la firme oposición a una guerra contra Irak han dado un fuerte empujón a Schröder en las encuestas.

A pesar de ello, Stoiber afirma que la noche del domingo los sondeos tendrán que explicar porque se equivocaron en sus predicciones. Quien quiera que surja como triunfador en los comicios, debido al complejo sistema electoral alemán, así como las diversas posibilidades de coalición, harán difícil predecir quien estará al frente del próximo gobierno.