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Las dos caras del primer año de gobierno de Javier Milei

5 de diciembre de 2024

Mientras algunos celebran el respiro en el frente inflacionario, otros muestran escepticismo sobre el alcance de las políticas de Milei.

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Javier Milei alza los brazos.
Milei saluda a sus adeptos en una cita de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC).Imagen: Heuler Andrey/AP Photo/picture alliance

Javier Milei cumple su primer aniversario en la presidencia argentina, convertido en la superestrella del liberalismo mundial en sus diversos matices. En otros sectores, sus políticas causan preocupación. Por ejemplo, la retirada de la delegación argentina de la conferencia sobre el cambio climático COP29, que pone en evidencia su escaso aprecio al multilateralismo.

No obstante, fuera y dentro de Argentina, se le reconoce ante todo el mérito de haber frenado la galopante inflación. En octubre, esta se situó en un 2,7 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Y eso parece ser lo principal para muchos argentinos. El índice de Confianza en el Gobierno, que elabora la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato di Tella, reveló en noviembre un aumento del 9,86 por ciento en ese indicador, en comparación con el mes anterior.

El costo del ajuste

"Los niveles de aprobación son elevados y la confianza en el Gobierno ha venido creciendo", dice a DW Sebastián Auguste, director del Centro de Investigaciones en Finanzas (CIF) de la Escuela de Negocios de esa universidad argentina.

"Veníamos con una recesión encubierta, la pobreza venía creciendo", recuerda, y valora positivamente la política aplicada para reducir la inflación: "Frenó la emisión monetaria y redujo el déficit fiscal". A su juicio, "logró hacerlo sin un aumento fuerte de la pobreza. La pobreza aumentó, pero relativamente poco respecto a cómo venía antes. Lo otro que es llamativo es que no aumentó mucho el desempleo", dice.

Otras evaluaciones del impacto difieren. "Esa desaceleración en el ritmo del aumento de los precios, que se festeja desde el oficialismo, es prácticamente el único logro que ha podido mostrar el Gobierno. Se sustenta en algunas anclas económicas, que repercuten en la calidad de vida de la población, de las mayorías principalmente trabajadoras y los jubilados. Principalmente, el ancla fiscal, esto del superávit cueste lo que cueste", objeta María Celina Calore, economista del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).

Calore subraya que "el principal peso del ajuste lo sufrieron las prestaciones sociales". Y recuerda que "la mayoría de los salarios sufrieron un fuerte ajuste y eso lo que ha hecho es frenar la economía".

Protesta contra recortes sociales, en agosto, en Buenos Aires.
Protesta contra recortes sociales, en agosto, en Buenos Aires.Imagen: Juan Mabromata/AFP/Getty Images

El relativamente moderado aumento del desempleo, que según el INDEC fue de 1,4 puntos porcentuales en el segundo trimestre de 2024, comparado con igual período del año anterior, la economista lo atribuye al traspaso a la informalidad. "En Argentina, tenemos ya más de un 40 por ciento de la economía en la informalidad, y eso hace que muchas veces no se pueda captar como desempleo, sino más bien como precariedad laboral", explica.

"Bicicleta financiera"

Los votantes de Milei celebran en todo caso el cumplimiento de esa promesa electoral. "El tema central es que la ha cumplido castigando a sectores sociales débiles. Algunos dicen aquí que Milei es fuerte con los débiles y débil con los poderosos", apunta el analista político Jorge Arias, director de la consultora Polilat.

Eso se explica "porque ha eliminado carga impositiva para las empresas, sobre todo en lo referido a ganancias, y por el favorecimiento de un régimen de inversiones sin observar el origen de los capitales, que pone a la Argentina un poco en riesgo de una infección de capitales del narco", advierte.

Aunque no oculta su escepticismo, Arias reconoce que no se materializaron los pronósticos de que el experimento iba a durar muy poco: "Eso no sucedió. Creo que ha sido así por la obtención de dólares 'golondrina' y, al mismo tiempo, por el blanqueo de capitales".

"Fue el blanqueo de más de 100 mil millones de dólares de argentinos que estaban en el exterior y que se repatriaron, pero eso no va a las arcas del Estado, no engorda las reservas del Banco Central, sino que eventualmente dinamiza circuitos colaterales de la economía. Así consiguió una 'bicicleta financiera', que le permitió generar la idea de que hay dólares", señala. "Además, la clase media ha ido contribuyendo, porque saca del colchón dólares atesorados. Ahora la gente vende sus ahorros para poder sostener su nivel de vida".

Las incógnitas del 2025

El director de Polilat no se atreve a hacer pronósticos para el año entrante. "Es una incógnita", afirma. "Pero si no se cambian las condiciones económicas de fondo -hacer más competitiva la economía, generar más trabajo, incluir a mayor cantidad de gente en el circuito económico del consumo y de la producción- esto tiene un final (tarde o temprano); eso es inevitable".

Sebastián Auguste, en cambio, no escatima en optimismo. "Lograr reducir la inflación es algo que va a ayudar a los hogares. Tal vez eso algunos aún no lo vean, pero va a ser bueno en términos sociales", asegura.

El director del CIF considera que, en una segunda etapa, el desafío será crecer. "Vamos a empezar a hablar de reactivación. Y eso va a ayudar más al optimismo", afirma Auguste. "Todavía falta para que uno diga que cae una lluvia de inversiones, pero está habiendo inversión de argentinos y, sobre todo, inversiones en sectores claves para el país, como petróleo, gas y minería. Hay movimiento", asegura.

Para María Celina Calore, el panorama económico es heterogéneo. "El sector de la construcción es uno de los que peor está, aún hoy, y el sector de la industria volcada al mercado interno. Los sectores que han logrado de algún modo reactivarse están vinculados a la agroindustria y la agroexportación, sumado a algunos sectores extractivistas, como la minería y la energía", indica.

Producción de soja en Argentina.
Producción de soja en Argentina.Imagen: Patricio Murphy/NurPhoto/picture alliance

Las incógnitas persisten en el horizonte de 2025, que será año de elecciones parlamentarias en Argentina. Pero, por ahora, el balance tiene dos caras, también en lo tocante a la figura del presidente.

"Milei es el prototipo del autócrata. Impone 'el Estado soy yo', pese a todo su discurso anarco-libertario. No acepta opiniones divergentes, nunca busca un consenso, su escenario es el insulto, la diatriba", advierte Arias.

Auguste, en cambio, destaca sus habilidades: "Dicen que Milei no es político y la verdad es que ha demostrado ser un gran político. Porque logró cosas que yo no hubiera pensado que fueran posibles en muy poco tiempo. Sin ningún tipo de apoyo, negociando. Tiene una forma de negociar muy distinta, creo que Milei es disruptivo, y a veces nos cuesta entender eso, tanto en Argentina como en el resto del mundo".

(rml)