La vida regresa a las sinagogas alemanas
Setenta y cinco años después de la “Noche de los cristales rotos”, la comunidad judía y las sinagogas de Alemania vuelven a llenarse de vida.
Quemadas por los nazis
Los nazis destruyeron cientos de sinagogas en la noche del 9 de noviembre de 1938. La llamada “Noche de los cristales rotos” fue una de las manifestaciones más extremas de la violencia organizada por el Tercer Reich contra la comunidad judía de Alemania. Algunos templos quedaron en pie tras el ataque de los nazis; otras sinagogas fueron reconstruidas después de la Segunda Guerra Mundial.
Anclados en Dresde
En 2001, la ciudad de Dresde celebró la inauguración de su nueva sinagoga. El edificio en forma de cubo fue construido en un sitio histórico: en el mismo lugar donde estuvo ubicada la antigua sinagoga de Dresde hasta 1938. Su aspecto pesado busca simbolizar la decisión de la comunidad judía local de permanecer anclada en la ciudad del este alemán.
La sinagoga más grande de Alemania
Construida en 1904 y dotada con 1.200 asientos, la sinagoga berlinesa de la Rykestrasse es la más grande de Alemania. Los nazis no la incendiaron, pero la convirtieron en un establo para los caballos del Ejército alemán. Tras tres años de restauración, la comunidad judía llevó a su seno los antiguos rollos con escrituras sagradas y volvió a llenarla de vida en 2007.
Testigo de los siglos
Esta es la sinagoga más antigua de Baja Sajonia. Construida hacia 1740, fue allanada por los nazis; sus textos sagrados fueron destruidos y lanzados a las calles. Más tarde, muchos judíos fueron recluidos en su seno hasta que llegara la hora de deportarlos. La ciudad de Celle restauró la sinagoga y ésta volvió a ser consagrada en 1974.
La sinagoga de Schwerin
La comunidad judía creció mucho al culminar la Guerra Fría; muchos judíos de la desaparecida Unión Soviética emigraron a Alemania. En 2008, la ciudad de Schwerin celebró la consagración de su nueva sinagoga, construida sobre las bases del antiguo templo judío. Los nazis obligaron a los judíos de Schwerin a destruir su propia sinagoga.
Grandioso templo
Consagrada en 1910, la sinagoga del Westend en Fráncfort del Meno es un edificio imponente. Gracias a la rápida intervención de los bomberos, este fue el único templo judío que no fue destruido durante la “Noche de los cristales rotos”. Otros edificios y negocios pertenecientes a la comunidad judía tuvieron menos suerte…
Un hito de la capital alemana
El domo de la “Nueva Sinagoga” es parte del panorama arquitectónico de Berlín desde 1866. Con capacidad para acoger a 3.000 personas, éste fue el templo judío más grande en el momento de su construcción. Aunque la “Noche de los cristales rotos” dejó rastros en su estructura, un oficial de la policía evitó que el edificio fuera incendiado en 1938.
Precauciones especiales
En la sinagoga de Gelsenkirchen, una cita de la Biblia le da la bienvenida a los nuevos visitantes: “mi casa es una casa de oración para todos los pueblos”. Su nuevo edificio está ubicado en el mismo lugar donde ardió la antigua sinagoga en 1938. Las cámaras de seguridad de este templo revelan que el miedo a la violencia antisemita no se ha disipado del todo.
La sinagoga de Bayreuth
En la ciudad de Bayreuth se encuentra la única sinagoga de talante barroco que sirve como centro de oración. Desde 1715 se presentaron óperas en el edificio. Más tarde, a partir de 1946, la comunidad judía lo transformó en un templo para sus servicios religiosos. En este momento, la sinagoga está siendo renovada…
Vida judía en Colonia
Tras la “Noche de los cristales rotos”, la sinagoga de Colonia quedó en ruinas. No se le consagró nuevamente sino hasta 1959. Desde entonces, la vida ha regresado progresivamente a la comunidad judía y a sus templos.