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La vida en estereotipos

Daniela Englert1 de septiembre de 2003

A pesar de la creciente presencia de extranjeros en la televisión alemana, en muchos programas prevalecen los estereotipos del “macho latino” o del “extranjero delincuente”, como demuestra un estudio en la juventud.

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Mola Adebisi, popular estrella de la cadena músical VIVA junto a su colega Jessica Schwarz.Imagen: presse

En Alemania viven cerca de 7,5 millones de extranjeros. Su presencia, por lo menos en las ciudades, es algo normal. También en la televisión, especialmente en los programas de música, está aumentando el número de presentadores extranjeros. En la mayoría de las telenovelas y los programas de entretenimiento sin embargo es diferente: Ahí todavía predominan los estereotipos del "macho turco" y del "ruso delincuente", según el análisis de un grupo de investigadores de las Universidades de Leipzig y Munich. El estudio se basa en entrevistas hechas a 41 menores de 9 a 14 años, sobre sus impresiones de los personajes extranjeros en cerca de 30 programas de televisión, telenovelas, charlas y sesiones de tribunal simuladas. La influencia de la tele es más fuerte en los menores de once años. "Los niños y adolescentes perciben a los extranjeros tal y como se los presentan en los programas de televisión, como estereotipos. En los programas de charlas se topan con el "macho de origen turco", mientras que en los programas de juicios simulados se les confronta con el "extranjero criminal", según explica Achim Lauber, uno de los investigadores. Los adolescentes creen que estos personajes son verdaderos.

Machismo como espectáculo

Entre los debates escenificados por actores no profesionales, siempre existe algún turco, italiano o español joven afirmando que puede tener a cualquier chica que quiera, haciendo alarde de su éxito con las mujeres. El público casi siempre trata de explicarle lo equivocada que es su postura. Esta estrategia le valió a "Playboy 51", un actor aficionado, invitaciones en más de diez programas de charlas del tipo: "Todas las mujeres se mueren por mí". Las cadenas que emiten tales programas siguen una lógica sensacionalista: Cuanto más espectáculo, mejor el raiting. "Creo que las emisoras no están conscientes de la imagen negativa que promueven con estos programas en los adolescentes", considera Lauber.

En las telenovelas, a los personajes extranjeros se les reconoce sólo por el color de su piel o su acento. Lo demás: su país de origen, su cultura, sus problemas en Alemania, no son tema. Los extranjeros se presentan como "ciudadanos asimilados", critica el estudio.

El cliché como refugio

La televisión, no crea estereotipos, sino que los explota. Una pequeña consolación puede ser el hecho de que este fenómeno no se limita sólo a los extranjeros. A partir de las siete de la tarde nos topamos con el forastero caballeroso, el policía bonachón, la secretaria sagaz que resuelve con manos de santa los casos de su torpe jefe. ¡Claro que no falta la familia griega que se pasa el día bailando sirtaki! El mundo de los clichés es un mundo simple y seguro para calmar corazones angustiados. Pero a la larga también es un mundo aburrido. Este estudio demanda básicamente que se reinvente la televisión, según Gernot Schumann, director de la entidad pública de radiodifusión y nuevos medios de comunicación (ULR) de Schleswig-Holstein, una de las difusoras que participó en la investigación. Tal vez se debería tratar de ilusionar al espectador con tramas más originales, hechas con verdades del mundo real, en vez de pintar armonías y disgustos del mundo de los estereotipos.