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La vendetta azzurra

20 de junio de 2002

"¡Venganza!", clama el orgullo italiano, herido por Corea del Sur. Y la vendetta no se hizo esperar. Los corazones rotos los están pagando el autor del gol de oro que expulsó a Italia del Mundial y los árbitros.

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Ahn Jung Hwan, el sudcoreano que hirió el corazón de Italia.Imagen: AP

El fútbol italiano no se conforma con echarle la culpa de todo a la mala suerte, como suelen hacer los mortales comunes ante la desgracia deportiva. El país de las grandes tragedias operísticas asume su derrota en la Copa del Mundo como diva malherida, pidiendo la cabeza del culpable. Y la recibió, simbólicamente. El Perugia no renovará el contrato del sudcoreano Ahn Jung Hwan, debido a la irreverencia de haber hecho avanzar a su propia selección a los cuartos de final, dejando en el camino a los italianos.

Se rumoreaba que el club pensaba prescindir de todos modos del jugador asiático, pero su presidente aprovechó la oportunidad para quedar como rey. "Soy un nacionalista y considero tal actitud (la de Ahn Jung Hwan) no sólo como una afrenta contra el orgullo italiano, sino como una ofensa contra el país que le abrió las puertas hace dos años", dijo el presidente del Perugia, Luciano Gaucci. Sin importarle al parecer que otros lo consideren una niñería risible, afirmó que no pensaba pagarle un sueldo a alguien que arruinó al fútbol italiano.

El culpable de siempre

Pero el asunto no quedó ahí solamente. El viceministro de Deporte, Mario Pescante, señaló que en el futuro Italia recibirá a menos jugadores no europeos en sus clubes.

Los italianos también levantan sus dedos acusadores contra el culpable de siempre: obviamente el árbitro. En esta materia hay argumentos para todos los gustos. El portavoz de los árbitros de la federación de fútbol alemana, Manfred Amerell, criticó el desempeño de sus colegas, y habló de "decisiones crasamente erróneas".

Otros, como el referee sueco Anders Frisk, piensan que hay que buscar al responsable de la debacle en la cancha: "En el partido de los italianos hubo un solo grave error, y lo cometieron ellos mismos, al no convertir un gol a dos metros de distancia del arco".

La comprensión de Blatter

El propio presidente de la Fifa, Joseph Blatter, terció en la discusión. Y se mostró comprensivo con la Squadra Azzurra a la cual, en cuatro partidos, le fueron anulados 5 goles. "Desgraciadamente se produjeron situaciones excepcionales y coincidencias que reiteradamente condujeron a la toma de decisiones equivocadas en perjuicio de un solo equipo: Italia", señaló el jefe de la federación internacional.

A su juicio, la actuación de los árbitros es "el único aspecto negativo de este mundial". Una crítica de dureza sin precedentes, viniendo de quien viene. Y habrá consecuencias. Blatter anunció ya reformas a la selección de los árbitros mundialistas. "Un campeonato en el que participan los mejores jugadores y equipos, debería contar con los mejores árbitros, independientemente de su nacionalidad", afirmó Blatter en una entrevista concedida a la Gazetta dello Sport.

Un consuelo para los italianos, que en realidad no están solos en su dolor. Y aunque la revancha tarde, de seguro llegará... quizá dentro de cuatro años.