La subvención del empleo
1 de noviembre de 2002
El Gobierno alemán anunció un programa especial de créditos a la pequeña y mediana empresa, las Pymes, que contraten desempleados, con el doble propósito de darle un impulso al mercado laboral y de fomentar la creación de capital propio en ese sector de la economía. Lo novedoso es que por cada desempleado que contrate una empresa, recibirá una inyección de capital, lo que a su vez le dará nuevas posibilidades de inversión con lo que se puede crear una reacción en cadena, según lo ha explicado el ministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, durante la presentación del plan 'Capital para el trabajo'.
Créditos sólo a empresas solventes
Los créditos serán de hasta 100.000 euros por contratado que esté sin trabajo o seriamente amenazado por el desempleo y sólo serán concedidos a empresas con buenas perspectivas económicas y tendrán un plazo de 10 años. Con este nuevo programa el Gobierno aspira a crear cerca de 50.000 nuevos empleos al año. El presidente la Junta Directiva del Banco para la Reconstrucción, Hans Reich, señaló que el plan de créditos no solucionará por sí solo el problema del desempleo, pero si contribuirá a reducirlo y a que en el futuro problemas de liquidez no sean el principal obstáculo para contratar nuevos trabajadores.
El primer paso de la Comisión Hartz
El programa forma parte de la estrategia del Gobierno alemán para darle un impulso al mercado de trabajo siguiendo las recomendaciones de la llamada Comisión Hartz. En esa comisión, presidida por el ex directivo de Volkswagen Peter Hartz, representantes de la industria y de los sindicatos llegaron a un acuerdo sobre algunos puntos esenciales para ser integrados en un programa de fomento al trabajo. El nuevo plan de créditos, que no necesita de aprobación parlamentaria y entró en vigor de forma inmediata, es el primer paso del Gobierno para llevar a la práctica las recomendaciones de la Comisión Hartz.
Peligros latentes
No se han hecho esperar las críticas por parte de la Unión Cristianodemócrata (CDU), que por medio de su secretario general, Laurenz Meyer, criticó el plan por considerar que lo único que va a conseguir es estimular a las empresas a dejar que los trabajadores queden en el paro para luego poder contratarlos de forma subvencionada.