''La solución al sistema de salud de EE. UU. está en Europa''
9 de septiembre de 2009En los últimos meses, la reforma al sistema de salud se ha convertido en una prioridad del Gobierno de Obama, mientras millones de estadounidenses ejercen presión para que cumpla con uno de los compromisos clave de su campaña electoral.
La presión sobre Obama para revisar los 2,5 billones de dólares (1,7 billones de euros) del sistema de salud en dicho país se ha intensificado, a medida que él se prepara para acudir al Congreso el miércoles con el fin de delinear su última visión del asunto, y se acondiciona a lo que podría llegar a ser una batalla campal entre demócratas y repúblicanos, que crearía un fondo de escepticismo público.
Expertos en salud comentan que Obama no tiene otra opción más que seguir adelante con sus ambiciosos planes. Pocos creen que será capaz de lograr todo lo que ha prometido, aunque aseguran que el mandatario estadounidense ya no puede darse el lujo de abandonar sus proyectos con tan importante capital político en juego.
“Obama no abandonará sus planes, simplemente no se lo puede permitir”, dijo Uwe Reinhardt, profesor de economía de la salud en la Universidad de Princeton. “Él no puede hacer todas las cosas que prometió que haría. Lo más que puede hacer este año es asegurarse de que de los 47 millones de personas sin seguro médico que viven en los Estados Unidos, al menos 20 millones sean ayudadas a ser aseguradas.”
Claus Wendt, director de proyecto del Centro de Investigación para la Política Social Europea, está de acuerdo en que una solución debe de ser encontrada – y rápido.
"Obama tiene que hacer algo", dijo Wendt a la Deutsche Welle. "Hoy, 16 por ciento del total de la economía se gasta en atención sanitaria y esto sólo crecerá. En diez años, esto será más del 20 por ciento. Considere la situación con Medicare, el sistema de seguros para las personas mayores - es muy caro. Si Obama no hace nada, entonces el cuidado de los ancianos será cada vez más costoso a medida que la población envejece y esto será una carga aún mayor en la economía.”
Estadounidenses en "shock"
En un país que se enorgullece de ofrecer igualdad de oportunidades para todos, es una especie de “shock” el encontrar que casi 50 millones de estadounidenses carecen de cualquier tipo de asistencia sanitaria. Sin embargo, eso no les impide hacer demandas indebidas, según el profesor Reinhardt.
"Los estadounidenses se imaginan a ellos mismos con una enorme gama de derechos", comentó, "pero al mismo tiempo son de una responsabilidad escasa. Su manera de pensar es que nadie tiene el derecho a decirles que adquieran un seguro, sin embargo, cuando están enfermos y no se encuentran asegurados tienen derecho a la salud, que puede costar 200.000 dólares. No creo que ustedes encontrarían a muchos alemanes siendo tan inmaduros al respecto", dijo.
Con la creciente presión política y social, Obama tendrá que presentar un plan de reforma que acerque a ambos extremos del espectro político y alivie así las preocupaciones de la población estadounidense. Con sus críticos alegando todo tipo de males, desde el comunismo hasta la Alemania nazi, en su oposición a cualquier cosa parecida a la asistencia sanitaria pública, Obama tiene que buscar un modelo que se pueda aceptar en los Estados Unidos, y uno que funcionará en su complejo ámbito de la atención sanitaria.
Ambos, Reinhardt y Wendt, creen que Obama debería mirar hacia Europa al momento de planear su siguiente estrategia.
Los modelos europeos ofrecen soluciones
"Recientemente, se publicó en el New York Times que el mejor modelo para reformar el sistema de salud era el de Alemania, el cual no tiene un plan a cargo del Gobierno, pero en él existen fondos privados de salud", dijo Reinhardt. "Ellos compiten, pero dentro de un marco regulatorio que hace la competencia justa y humana.”
"Uno puede escoger tanto el sistema alemán, como el holandés o el suizo", continuó. "Todos estos sistemas son bastante similares ya que cuentan con un mercado estructurado y regulado para los aseguradores privados, ya sea con o sin ánimo de lucro."
"Pero creo que una mezcla de los sistemas holandés y alemán sería perfecta para la reforma del sistema de salud en los Estados Unidos", agregó. "Es una vergüenza que en lugar de tener una discusión racional sobre el sistema alemán o tomar un avión cargado de senadores y diputados, y llevarlos allá, tenemos esta pelea a gritos sobre la eutanasia, y las fotografías de Hitler que circulaban alrededor. El tema ha caído en un nivel bastante bajo."
Wendt está de acuerdo en que el modelo alemán es una “patata caliente política” en los Estados Unidos, y que el sistema de salud holandés podría proveer a Obama con el modelo comprometido que está buscando.
"Yo no creo que sea una buena idea hacer referencia al modelo alemán en los Estados Unidos por razones políticas", dijo Wendt. "En general, yo diría que el modelo alemán está relativamente en buena forma, en comparación con el de Estados Unidos, porque los alemanes tienen competencia entre los diferentes planes, y los pacientes pueden elegir entre diferentes planes y proveedores de atención médica.”
"Pero el modelo holandés podría ser una buena opción para los Estados Unidos", añadió. "Esto demostraría que un sistema de salud nuevo puede ser ejecutado a través de organizaciones privadas, y como un asunto de gestión pública, lo que representa un temor en algunos círculos de los dicho país. El modelo suizo también puede trabajar como un negocio de seguros a cargo de organizaciones privadas, y esto podría ser implementado en el sistema sanitario estadounidense."
Obama debe explicaciones
Obama debe escoger entre seguir un modelo europeo o combinar algunos de ellos en un plan que satisfaga el panorama sanitario estadounidense. Además, él va a tener que presentarlo a la gente, algo que muchos estadounidenses han acusado al presidente de no haberlo hecho hasta ahora. Un sondeo de CBS News dijo esta semana que la mayoría de los estadounidenses piensan que Obama no ha explicado claramente sus planes para reformar el sistema sanitario.
"Obama es un hombre muy inteligente, pero yo no estaría sorprendido si él no está tan bien informado sobre los sistemas sanitarios europeos", dijo Reinhardt. "El gran error que ha hecho es que no ha sido capaz de explicar a la gente en términos simples lo que quiere hacer y atraer a esa amplia clase media de centro. Y como es una gran incógnita, todos esperan lo peor (...) Este vacío de información es culpa del presidente Obama. Él se debió haber encargado de este tema mucho antes."
Autores: Rob Mudge y Nick Amies
Editor: Enrique López