La próxima semana, en Global Ideas: Eletricidad a partir de restos de la cosecha de mostaza

Los restos de la cosecha de mostaza, que antes simplemente se quemaban, hoy se encargan de procurar un relativo bienestar en el Rajastán, uno de los estados más pobres de la India. Miles de campesinos venden ahora los tallos y las cáscaras del grano de la mostaza a una central de biomasa, aumentando de esta manera sus ingresos. El clima también se beneficia de ello: la producción de electricidad con los restos de la mostaza supone un ahorro anual de emisiones de alrededor de 36.000 toneladas de CO2.