La noche es femenina

En cuanto a la cantidad de espectadores que se decidieron anoche a ver el estreno de “Anke Late Night” la debutante en el género no tiene nada que envidiarle a su antecesor. Por el contrario, Anke Engelke contó en su primer show con unos tres millones de espectadores.

Pero ¿cuántos de ellos volverán a sintonizar la cadena privada Sat 1 nuevamente hoy y todas las noches, de lunes a jueves? Esa es la cuestión.

Reinventando un género

Engelke presenta su programa en un estudio con las características típicas de los “Late Night Shows”, tal como fueron importados de EEUU. Cuenta con el acompañamiento musical de la “Electric Lady Band”, liderada por el bajista Claus Fisher, que es también la pareja de la conductora. Lo cual no es gran novedad para los alemanes, ya que la prensa amarillista se había encargado de publicar el romance hace ya varios meses. Y para quien no se había enterado aún, Anke dejó anoche en claro ante las cámaras de televisión, que está feliz con su bajista. Esta información privada, espontánea, pero un poco reiterativa, caracteriza de algún modo a esta singular comediante. Anke Engelke es muy querida por el público alemán por su capacidad histriónica sin igual, pero también por su modo directo y natural. Los críticos murmuran que le falta la acidez irónica, habitual en los “Late Night Shows”, para comentar los sucesos del día.

Comparar a Anke Engelke con los conductores clásicos del género sería un error. La actriz no pretende imitar a Harald Schmidt, sino establecer su propio estilo. Aunque es cierto que ella no posea el don satírico de Schmidt, hay que reconocer su ductilidad como actriz, su gran presencia escénica y su capacidad de improvisación. Pero la principal diferencia entre ambos es que ella es mujer y él un hombre. Estol implica un estilo distinto, otra manera de encarar el trabajo, de enfrentarse al público y de hacer una entrevista. ¿Quién dijo que un género no puede ser reinventado? Puede ser que Engelke termine encontrándole nuevas facetas, mucho más ricas al género “Late Night Show” de las que pudiera descubrir un colega masculino.

¡Mujeres a la tele!

Anke Engelke asumió uno de los puestos más codiciados de la televisión alemana y no es la única mujer en la cima. En los últimos años cada vez más mujeres pueblan, con éxito, el olimpo televisivo alemán. Y la fama se paga duro, pero también se cobra muy bien a esas alturas. Cada show de “Anke Late Night” le costará al canal 90.00 euros y la presentadora se llevará a casa todas las noches 20.000 euros. Estas cifras astronómicas significan para Engelke, no solamente un muy buen pasar, sino una responsabilidad enorme. Los críticos ya afilaron sus lápices y la miran de reojo. Pero ojalá no se olviden de que el “Show de Harald Schmidt” tuvo ocho años de tiempo para convertirse en el ritual obligado del televidente alemán.